Es bien sabido que en la naturaleza muchas plantas o animales se camuflan para evitar que los depredadores lo consuman. Sin embargo, hay ocasiones en las que sucede lo contrario, algo que se ve sumamente delicioso pero que resulta ser algo que no es comestible. Seguramente te suenan esos jabones que parecen dulces, y cuando los muerdes… bueno, ya te lo imaginas.
Este tipo de situaciones son mera coincidencia, pero hasta la persona con mejor vista puede confundir estos jabones con dulces deliciosos. A continuación te mostramos 16 casos similares.
1-. Un vaso de cerveza y un bote de jabón para trastes.
2-. Unas aceitunas… espera, son para los audífonos.
3-. Alguien tiró un waffle a mitad de la calle.
4-. No chicos, no es mantequilla de maní, es lubricante para máquinas.
5-. Un chile jalapeño que parece un colibrí… espera, es al revés.
6-. ¿Eso es carne molida o trapeadores?
7-. Hongos peludos… se ven extraños.
8-. Una esponja que me da aires de un sándwich de helado.
9-. Un enorme trozo de tocino en medio de las montañas.
10-. El asiento perfecto para los amantes de los croissant.
11-. Aunque te guste mucho el alcohol, no creo que quieras beberte el gel de baño.
12-. Las fundas de las patinetas parecen gomitas.
13-. No los vayas a confundir, es un croissant y un gato.
14-. Eso parece un camarón.
15-. La lana se disfrazó de espagueti.
16-. ¡No te comas al gato!
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