El orden natural de la vida, de hecho, es el desorden. ¿Has visto cómo crecen los árboles, o las flores, o el pasto? Aunque muchas plantas pueden hacer que las hojas y pétalos crezcan de manera simétrica, lo cierto es que no hay un orden establecido. Las ramas van para todos lados y tienen todos los tamaños. Aún así, podemos ver a la naturaleza como algo precioso y admirable.
Sin embargo, parece no pasar lo mismo con el resto de las cosas en las que los humanos intervenimos. Es decir, en un bosque, los árboles pueden ser como quieran; sin embargo, los árboles de un jardín o una huerta, si no están podados ni alineados; no se ven tan bonitos.
Y así sucede con muchas otras cosas de la vida cotidiana, como los platos, los lápices o las lozas del suelo. Muchos humanos estamos acostumbrados a la idea de perfección y cuando encontramos algo que se le parezca no podemos evitar sentir una gran satisfacción. Esta se logra en mayor medida por el orden.
Aunque hay algunos a los que eso no les llama la atención; otros lo llevan a un nivel extremo. Existen personitas que están de cierta manera obsesionadas con el orden y tratan de que todas las cosas estén en su lugar, perfectamente posicionadas. Y les agradecemos porque crean escenas que son un tremendo deleite para la vista.
1. Telas dobladas alrededor de un cartón hacen una gran diferencia a la hora de guardarlas
El cartón les da soporte y evita que se desdoblen tan fácil.
2. Esto es algo que no se ve todos los días en el supermercado
3. Ordenar los libros por tamaños está bien, pero hacerlo por color se ve mucho mejor
4. Un estante hecho con sobras de madera para guardar la madera sobrante
5. Almacenar hilos puede ser un problema
Pero no esta vez.
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