En un pueblo tan frío se pueden obtener fotografías extraordinarias. Acompáñanos a echar un vistazo a estas increíbles imágenes mientras te contamos algunas curiosidades.
Oymyakon es el lugar habitado más gélido de todo el planeta. Se encuentra al este de Siberia y tiene cerca de 500 habitantes.
Tiene el récord mundial de la temperatura más baja registrada en una zona habitada.
El 26 de enero de 1926, el termómetro marcó 71.2 grados centígrados bajo cero. Es la temperatura más baja alcanzada en el polo Norte.
Normalmente, la temperatura promedio en Oymyakon es de -50°C durante el invierno.
Sin embargo, este no es el lugar MÁS helado en la Tierra. El 21 de julio de 1983, la base Vostok registró una temperatura de -89.2°C; ésta se ubica en el polo Sur.
En Oymyakon el suelo es permafrost; es decir, que está permanentemente congelado. Aunque no significa que siempre esté cubierto de nieve.
Cuando el termómetro marca por debajo de los -52°C, los niños no asisten a la escuela. Esto suele ser habitual entre los meses de diciembre a marzo.
Este invierno ha sido un poco más frío que los anteriores, pues recientemente su termómetro cayó en picada, registrando -62°C.
En la estación meteorológica, el termómetro electrónico confirmó los -62°C y lamentablemente dejó de funcionar luego de anunciar esta marca. Algunos de los habitantes afirman que la temperatura es más baja y ha llegado a los -68°C.
El fotógrafo Amos Chapple decidió ir a enfrentarse al extremo frío para conseguir unas fotografías espectaculares.
«Llevaba pantalones delgados cuando salí por primera vez a -47°C. Recuerdo sentir que el frío me agarraba físicamente las piernas, la otra sorpresa fue que ocasionalmente mi saliva se congelaba en agujas que me pinchaban los labios», dijo el fotógrafo.
Chapple realmente consiguió capturar imágenes impresionantes. En ellas vemos al frío en todo su esplendor, congelando todo a su paso, incluso convirtiendo las pestañas en carámbanos.
Ente 1920 y 1930, Oymyakon tan solo era una parada de los pastores de renos, que conducían a sus animales a las aguas termales.
Pero el gobierno soviético tenía el proyecto de hacer que toda su población nómada se asentara; así que obligó a algunas personas a establecerse de forma permanente en Oymyakon.
Desde entonces, los habitantes viven sus vidas normales, acostumbrados al frío. Van al trabajo, la escuela, a hacer las compras; y se divierten a su manera.
Los vendedores de pescado no necesitan refrigerar el producto ya que el aire es tan frío que es suficiente para mantener al pescado fresco y en óptimas condiciones para consumo.
No cabe duda de que Oymyakon es un lugar fascinante con paisajes asombrosos, y a pesar de sus condiciones extremas, los habitantes viven felices, en el lugar más frío del planeta.
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