A sus 87 años cumple su sueño de vestir como princesa en su cumpleaños. Se festejó por primera vez.

María vive en un asilo para adultos mayores en situación de calle y deseaba con todo su corazón celebrar su cumpleaños, ya que jamás había tenido una fiesta para festejarlo. La dueña del lugar decidió cumplirle su sueño. 

Cuando uno es adulto, recuerda con cariño las buenas fiestas de cumpleaños, celebradas junto a amigos, familiares, grandes trozos de pastel y dulces. Sin embargo, pocos sabemos que estas fiestas son un verdadero privilegio que no todos tuvieron la dicha de disfrutar. Tal es el caso de María, quien jamás tuvo la oportunidad de celebrar su cumpleaños, hasta que por fin a sus 87 años pudo hacerlo y con una tierna temática.

Flávia Ferreira

 

María Socorro es originaria de Brasil y, desafortunadamente, como muchas personas a sus 87 años sufre de situación de calle. Todo cambió cuando repentinamente llegó a Lar Cuidar Mais, una casa de acogida para adultos mayores y sin dinero. En este lugar no solo se preocupan de su salud, si no que también por darles felicidad. 

Por esto mismo Flavia, dueña del asilo, cuando escuchó que su huésped jamás había tenido una fiesta de cumpleaños, decidió hacer algo. 

Flávia Ferreira

Con la ayuda de todos los internados, organizaron una fiesta para su cumpleaños 87 con una temática de princesas. Todos se unieron para preparar uno se sus salones para festejarla como si fuera aún una niña. María incluso usó un disfraz de princesa, vestido color rosa, corona y hasta el maquillaje acorde a la ocasión. 

“Cuando nos dijo que nunca tuvo una fiesta de cumpleaños en su vida y que su sueño eran las princesas como temática, nos movilizamos con la ayuda de todos, ya que vivimos de donaciones para mantener el espacio”. Dijo Flávia a So Noticias Boa.

Flávia Ferreira

A pesar de que la anciana fue sumamente feliz con la enternecedora fiesta, su relación con la casa no siempre fue la mejor. Flavia declaró que en un inicio, cuando encontraron a María sola en la calle, ella no quería ingresar en Lar Cuidar Mais, ni recibir ayuda de ningún tipo. Después de un tiempo de negación, lograron convencer a la mujer mayor. 

Hoy, gracias a la generosidad de Flávia, María no solo cumplió el sueño de ser princesa, sino que además, pudo cambiar las solitarias calles, por una cama, una cena y un montón de amigos para el resto de su vida.

Flávia Ferreira

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