El poder y alcance del internet es sorprendente, por fortuna existe gente que lo usa para hacer el bien.
La tecnología avanza a pasos agigantados y el internet se ha convertido en un mundo complejo. En este espacio intangible puedes hacer de TODO; desde buscar datos, hacer amigos alrededor del mundo y por supuesto, comprar y vender productos o servicios.
Aunque siguen existiendo tiendas físicas, los mercados en línea han ganado terreno rápidamente. Pues no hay nada como hacer compras en la comodidad de tu hogar con un solo clic y sin tener que lidiar con otras personas. Sin embargo, aún hay cosas que son complicadas de conseguir en internet, como un rico pan o un café caliente. No porque no haya plataformas dedicadas a ofrecer comida sino porque existen muchos comerciantes que no saben cómo ingresar en ese mundo.
Esta es la situación de un panadero de la tercera edad que por fortuna, recibió la ayuda de un joven habilidoso en internet. Se trata de Javier Amaro, un chico en sus 20s que decidió impulsar el negocio de aquel hombre a través de sus redes sociales.
El hecho ocurrió en Fresno, California, Estados Unidos, lugar del que es originario Javier. Ahí conoció a un hombre con una edad muy avanzada que se dedica a vender pan. El joven lo probó y le gustó tanto que quiso apoyar al ancianito a que su pequeña empresa creciera. Es por eso que decidió compartir un mensaje en su cuenta de Facebook para que todos sus conocidos se animaran a probar el producto.
«Fresno, Zona de Ca. Este hombre vende pan mexicano realmente bueno, cuesta un dólar la bolsa, compré 15 bolsas para ayudarlo. Él me demuestra que no importa si eres mayor, no estás en forma o saludable para trabajar, cuando disfrutas de hacer algo que te encanta la edad no es un impedimento. Por favor ayúdenlo, siempre está ubicado en 2032 N. Angus o llamen al 559-515-1271» escribió Javier agregando una foto.
Al parecer, el joven sabía que la comunidad de Fresno no los defraudaría y muchos habitantes compraron pan. La publicación alcanzó más de 7 mil reacciones positivas y gracias a las 12 veces compartida, el hombre se dio a conocer y pudo vender todo su producto.
Muchísimos clientes satisfechos también compartieron su experiencia con el panadero y aseguraron que el trato era excelente y por supuesto, el pan delicioso.
Gracias a Javier Amaro y su noble idea, este panadero aumentó sus ventas y clientela, mejorando no solo su negocio sino también su calidad de vida. Pero eso no es todo pues el hombre también ganó un amigo en Javier.
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