Hoy en día vemos como cada vez hay más personas que deciden ayudar de alguna u otra manera a los animales que se encuentran solos y abandonados en las calles de su ciudad, vemos como se crean fundaciones, paginas para recaudar fondos y lugares de refugio para que nuestros amigos de cuatro patas tengan alimento y un techo donde terminar sus días.
Y este tierno abuelo nos demuestra que cuando realmente tienes buenas intenciones y quieres dejar tu huella marcada en el corazón de una sociedad que esta tan perdida puedes lograrlo. Eugene Bostick, se jubiló hace más de 15 años y desde ese momento quiso darle un giro diferente a su vida, sentir que verdaderamente estaba aportando algo al mundo, por lo que pensó que sería una excelente idea ayudar a aquellos que no tienen voz, esos animales que día a día llenan nuestra vida de alegría y momentos mágicos pero que los humanos lamentablemente no sabemos valorar.
“Todo empezó con una tarde en que decidí darles alimento a los perros que veía todos los días en la plaza, llevarlos al veterinario y hacerle un pequeño lugar donde pudiesen resguardarse del frío de la noche”. Comentó Eugene.
A sus 80 años Eugene y su hermano Corky, construyeron un pequeño refugio improvisado en su granja en donde acogían a perros callejeros, pero fue allí cuando se dieron cuenta que mientras las personas no pudiesen ver o interactuar con estos tiernos animales sería muy difícil, por no decir imposible que pudiesen encontrar un hogar y una familia que quisiera adoptarlos.
“Vivimos en una calle cerrada, donde mi hermano y yo tenemos un establo para caballos. La gente a veces viene y abandona perros aquí, dejándolos morir de hambre. Así que nosotros simplemente empezamos a darles de comer, a dejarlos entrar, que entraran en confianza, para luego llevarlos al veterinario, para poder castrarlos. Hicimos un hogar para ellos, le dimos una segunda oportunidad”.
Al principio paseaban a los perros sobre su tractor, pero a medida que fueron pasando los meses el número de canes fue creciendo. Por lo que no tuvo más espacio para transportarlos a todos. Entonces ambos hermanos tuvieron una idea genial.
Eugene y Corky construyeron un vagón con barriles reutilizados, luego los ensamblaron, les colocaron ruedas y de esta manera crearon un tren que pudiese ser considerado hoy en día como el tren más cool del mundo, cuyo únicos pasajeros son lindos y tiernos perros que ladran por las calles, llamando así la atención de todos los vecinos.
Eugene conduce semanalmente el tractor que jala los vagones del tren que recorre todo el vecindario, mientras que los perros van felices moviendo sus colas, disfrutando del paseo y logrando llamar la atención de sus posibles familias adoptivas. Algunos incluso cuando los escuchan pasar en el tren salen a tomarse fotos con los perros.
“Todos los vecinos disfrutan de estos paseos, esto sirve para que muchas familias se encariñen de los perros y quieran darle un lugar en sus familias, todos son perros muy nobles, solo están buscando una segunda oportunidad, una familia que les de amor y los haga felices sus últimos años de vida”.
Como era de esperarse al momento de publicar el vídeo de este tierno abuelo en redes sociales cientos de personas quisieron ayudar y aportar alguna ayuda económica para que el refugio pudiese seguir manteniendo y cuidando de estos perros. Ahora Eugene es toda una celebridad en su pueblo natal y los habitantes de la zona están encantados con el tren para perros, que religiosamente pasa por la ciudad una o dos veces por semana.
Sin duda existen cientos de formas de demostrar y entregar amor, pero esta ha sido una de las ideas más creativas, tiernas y divertidas que hemos podido ver, usar el tiempo en beneficio de los demás es una de las historias más bonitas que podemos compartir. El mundo necesita mucho más de estas acciones para mejorar y sobre todo aprender que recibimos mucho más cuando damos y lo hacemos de corazón.
No olvides compartir esta publicación y déjanos tu comentario para estos hermanos que están cambiando la realidad de estos perros a quienes otros daban por perdidos. Los buenos sin duda somos más y siempre debemos procurar hacer el bien sin mirar a quien, la vida y el universo te lo sabrá agradecer.
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