Abuelo de 100 años es rescatado de las calles y tiene un merecido final feliz.

No todas las personas poseen un noble corazón, es por eso que algunos son capaces de echar a la calle a cualquier familiar sin importarle cuál será su final, asegurando que es lo mejor para todos.

Tal es el caso de este humilde abuelo que tras hacer largos recorridos a pie bajo un sol inclemente buscando botellas plásticas en cada bote de basura que conseguía, tuvo la gran suerte y milagro de su vida.

El ahora popular Don Felipe Reyes experimento uno de los momentos más maravilloso de su vida tras recibir inesperadamente el apoyo, cuidado y amor incondicional de una hermosa familia que no le pedía nada a cambio.

Benita Dearz cuenta “Yo estaba conduciendo mi coche por la ciudad de Torreón, cuando de repente me tope con este tierno abuelo, había mucho sol y vi que se le dificultaba un poco caminar así que no lo pensé mucho y me estacione, le pedí que se acercara, le ofrecí agua y lo invite a subir al carro».

“Por un largo rato estuvimos conversando y su historia me desgarro el corazón, pues él a pesar de tener más de 100 años de edad vivía de una manera muy deplorable, en una plaza de la zona».

Lamentablemente los 11 hijos que el gran Don Felipe tiene decidieron echarlo de casa para que así no fuese una carga más para ellos.

Don Felipe recogía las botellas para luego venderlas y así poder pagar por una comida al día. Benita no podía creer lo que escuchaba así que decidió llevar al dulce abuelo a su hogar, permitir que se aseara, le consiguió ropa limpia y preparo una cena familiar en donde todos tuvieron la oportunidad de compartir con Don Felipe y quedar fascinados con las historias e incontables anécdotas de el tierno abuelo.

Benita decidió publicar algunas fotos en una de sus redes sociales y bastaron solo unos segundos para que se hiciera viral, inmediatamente millones de personas decidieron brindarle una ayuda al humilde abuelo y empezaron a enviar comida, ropa, calzado y dinero para que de ahora en adelante Don Felipe tuviese una vida digna, sin preocupaciones y rodeado de personas de gran corazón.

Así como la historia de Don Felipe hay millones en nuestras calles, nuestros ancianos necesitan de buenas acciones, de personas con un gran corazón que estén dispuestos a ayudar. Comparte esta publicación para llegar cada vez más lejos y que así haya menos ancianos desprotegidos en las calles.

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