Inicialmente la forma de la Vía Láctea estaba ideada un poco torcida, ahora los astrónomos saben qué lo provocó.
Cuando piensas en galaxias la imagen que te viene a la mente es la de un disco plano sobre un fondo negro. A estas se les llama galaxias espirales barradas, pero nuestra Vía Láctea es curva de un lado hacia arriba y de otro lado hacia abajo.
Recientemente un grupo de científicos descubrió que las orillas de nuestra galaxia están ligeramente deformadas de los bordes.
Gracias a datos del satélite de cartografía estelar Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA) se descubrió que la Vía Láctea se tambalea, de manera similar a una peonza, confirmando indicios anteriores de que la deformación de las orillas no es estática. Lo denominan Precesión y el motivo es sorprendente.
Es resultado de una colisión con una galaxia más pequeña en el pasado de la Vía Láctea.
Los astrónomos rastrearon la posición y movimiento de 12 millones de estrellas gigantes para medir qué tan rápido gira la deformación alrededor de la galaxia y descubrieron que cambia con el tiempo, se tambalea como trompo y completa sus movimientos de rotación más rápido de lo que se previó anteriormente.
«Medimos la velocidad de la deformación comparando los datos con nuestros modelos. Según la velocidad obtenida, la deformación completaría una rotación alrededor del centro de la Vía Láctea en 600 a 700 millones de años», explicó Eloisa Poggio del Observatorio Astrofísico de Turín, Italia, en entrevista con “Nature Astronomy” que publicó el estudio.
«Eso es mucho más rápido de lo que esperábamos con base en las predicciones de otros modelos, como aquellos que observan los efectos del halo no esférico». Como ejemplo, el Sol orbita el centro galáctico cada 220 millones de años.
Las mediciones establecidas e de la magnitud la tasa de precisión de deformación favorecen la hipótesis de que esto es resultado de un encuentro reciente o en curso con una galaxia satélite a la nuestra.
Lo que no se ha descubierto es cuál galaxia se vio involucrada en el proceso, pero describe perfectamente la deformación siendo causada por un choque cósmico reciente. Algunos sugieren que se puede tratar de la galaxia enana de Sagitario que se encuentra en una órbita muy cercana a la nuestra y que según estudios, antes pudo tener otros efectos sobre la Vía Láctea.
Sin embargo la preocupación de las consecuencias no es alta, pues se espera que nuestra galaxia absorba los cúmulos globulares de manera completa en los siguientes millones de años.
«Con Gaia, por primera vez, tenemos una gran cantidad de datos sobre muchas estrellas, cuyo movimiento se mide con tanta precisión que podemos tratar de comprender los movimientos a gran escala de la galaxia y modelar su historia de formación», dijo el científico Jos de Bruijne. «Esto es algo único. Esta es realmente la revolución de Gaia«.
El universo es un lugar enorme y desconocido que guarda miles de fenómenos para maravillarnos. Comparte esta nota y sorprende a tus amigos con este baile cósmico.
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