La relación que tiene un hombre con su auto puede llegar a convertirse en algo sumamente especial, pues por alguna extraña razón se convierten en el medio de transporte predilecto de muchos pero también en algo que les gustaría coleccionar a otros.
Tal es el caso de un maestro jubilado, quien con 87 años puso a la venta su Volkswagen Beetle, un auto clásico que compró hace casi 50 años y que estuvo a su lado por gran parte de su vida, sin embargo, debido a los problemas financieros que sufrió tuvo que deshacerse de su coche.
Marcelo Siqueira, maestro por más de 26 años de la escuela estatal Doña Carola de Curitiba en Brasil, impartía las clases de Historia y Geografía y con el tiempo fue conocido por tener en excelente estado a su coche.
Medios locales cubrieron su historia, y grabaron el bello momento cuando sus exalumnos se pusieron de acuerdo para darle la sorpresa de su vida, resulta que varios de ellos se enteraron de la noticia y no podían dejar pasar desapercibido el sacrificio de su profesor, por lo que cooperaron y decidieron comprarlo para devolvérselo, aún cuando todavía no se deshacía de él.
Claudio Martins, uno de sus ex estudiantes, compartió al medio brasileño RPC «cuando veíamos un vocho en la calle, sabíamos que era el del profesor Marcelo», destacando la importancia del coche para su maestro.
Si hubiera sido otra persona, tal vez no hubieran hecho lo mismo por su profesor, lo hicieron porque ese humilde hombre se sentaba con ellos y les daba consejos, haciéndose parte importante de su crecimiento, además de que los hizo pensar sobre su futuro.
Desde el momento en que los ex alumnos se enteraron lo que su profesor había hecho, todos se pusieron de acuerdo en WhatsApp y comenzaron a organizarse para juntar el dinero necesario para comprarlo.
Al tener el monto pedido por el vehículo, organizaron una sorpresa, en donde también involucraron al hijo del docente, quien se portó de maravilla con los involucrados y en una entrevista declaró que él tuvo que inventar una excusa de la venta del vehículo para después proponerle a su padre que saliera a dar una última vuelta con su auto mientras esperaban al comprador.
Justo en ese momento, un amigo cercano salió del volante y metros más adelante se detuvo para darle la oportunidad a los ex alumnos de acercarse para que le explicaran a su profe lo que estaba pasando.
En el momento en que le entregaron su coche, todos lo ovacionaron y Marcelo comenzó a llorar de la alegría, además de darle esta sorpresa, el gesto no quedó ahí, pues le dijeron que tenían presupuestado remodelarlo y dejarlo en un mejor estado.
Como un guiño final, al momento de querer regresar a su casa, Marcelo encendió su vochito pero el auto no arrancó, por lo que sus alumnos tuvieron que ayudarlo y empujarlo.
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