Su argumento fue que el perro, un Yorkshire, tenía problemas de estómago pues se comió la hierba del actor.
Una nueva semana inicia y también un nuevo ciclo del juicio más mediático desde la separación de Angelina Jolie y Brad Pitt. Amber Heard ha estado declarando al comando de su abogada, Elaine Bredehoft, quien la interroga para presentar pruebas de defensa.
La actriz se ha mostrado más tranquila en esta ronda de preguntas y se encuentra relatando su versión de la historia, dando declaraciones que marcaron de nuevo juicio. En esta ocasión se retomó la situación de que Johnny Depp la acusó de haber dejado heces en su cama tras una de sus discusiones más fuertes y que fue la que terminó por distanciarlos.
Hace algunos días el chofer de Johnny, Starlin Jenkins, había revelado que Amber le dijo que hizo «una broma que terminó mal«, refiriéndose a las heces que dejó sobre la cama del actor. Esto contraría lo que Amber ha asegurado por años.
Amber ha afirmado de que no ha sido ella la que realizó «esa gracia» en el dormitorio, sino que fueron los perros de Depp, dos Yorkshire pequeños. Ahora que está sentada en el estrado ha estado reafirmando esta versión y negando que haya sido ella la culpable.
«Claro que no fui yo. No creo que eso sea gracioso. No estaba con ánimo de hacer bromas, mi vida se caía a pedazos. Estaba en una encrucijada en mi vida y fui atacada en mi cumpleaños nº30 por mi violento esposo, de quien yo estaba enamorada. No era gracioso, era asqueroso», comentó Amber en el juicio.
El argumento que la actriz usó Heard para afirmar su punto es que Boo, una de los perros de Johnny, tenía problemas para hacer sus necesidades pues desde cachorro había estado consumiendo hierba que tenía Depp por accidente, desde entonces no puede controlar sus esfínteres.
Y que lo que ocurrió fue que dejó al perro en la cama mientras ella se preparaba para marcharse al festival Coachella. Así fue como el actor quedó convencido de que la culpable de todo esto era Amber y no de su perro. Incluso dijo que examinaría las heces para dar con un ADN.
«Apenas escuché lo de las heces que él creyó que era una broma, y todos los científicos a los que habló, pensé que estaba loco. Obviamente el alcohol y las drogas no le hicieron bien. Claramente las alucinaciones no estaban mejorando«, comentó la actriz en el juicio.
Cuando Amber trató de explicarle a Depp cómo habían pasado las cosas, intentó llamar a uno de sus amigos para presentarle pruebas. Sin embargo, supuestamente esto solo volvió al actor más agresivo.
«Comenzó a gritarle a mi amigo y decirle que podía quedarse conmigo y podrirse. Tiró el teléfono y se fue. Yo tomé el teléfono y traté de disculparme por mi esposo. Era algo loco. Mi amigo me dijo que yo no estaba segura ahí, me dijo que saliera de esa casa, que me fuera» – relata – «Johnny escucha esto, baja las escaleras, toma el teléfono y comienza a gritar groserías a mi amigo. Cuando termina le dice: ‘puedes quedarte con esta perra, llévatela’. Retrocede con el teléfono y me lo lanza a la cara, me dio en el ojo».
Por ahora es lo que se ha dicho en el juicio, y se está a la espera de la interrogación cruzada con la defensa de Johnny Depp.