Es conocido también como «Pez Palillo» por su tamaño diminuto y delgada forma. Quienes se han encontrado con este, aparentemente, inofensivo pez han declarado que ha sido de lo peor que han vivido. Sin embargo ¿Qué tanto es real y qué tanto no lo es?
Este pececito es endémico de las aguas del Río Amazonas y convive con cientos de otras especies de animales acuáticos y terrestres, pero que su tamaño no te engañe, de acuerdo a relatos de lugareños esta especie es de las más temibles y traicioneras de la región.
Su nombre es Vanellia Cirrhosa, pero se le conoce también por «Pez Palillo», «Cándiro Azul» o «Pez Vampiro», es una especie parasitaria y se alimenta principalmente de otros peces, sin embargo se sabe que también se abastece de animales más grandes terrestres incluyendo, aunque en rarísimas ocasiones, a seres humanos.
Es pez realiza su ataque de manera individual. Suele quedarse en una parte oscura de los ríos o lagos, asechando en silencio a sus posibles presas. Este pez no necesita ver, solo sigue las huellas de urea o amoníaco que expulsan los otros peces por las branquias.
En menos de tres minutos este pequeño pez se hincha con la sangre de su víctima y decide soltarse de ella. Podría parecer algo inofensivo para los otros peces pero sus heridas son tan grandes que las posibilidades de sobrev1vencia son reducidas al mínimo. El Candirú regresa entonces a las sombras en búsqueda de otra presa que se ponga en su camino.
Es común que en las zonas pobladas cercanas al hábitat de este pez abundan historias, la mayoría de terr0r, sobre ataqu3s a humanos de parte del Candirú. Eugene Willis Gudger alguna vez relató en un ensayo publicado en 1930 que se publicó en American Journal of Surgery.
«En todo el Amazonas, y durante más de cien años, se ha contado la historia de un pez que tiene el asombroso hábito de penetrar la uretra de los bañistas, particularmente si se orinan cuando están en el agua».
Esta historia se conoce desde muchísimo antes por los indígenas de la zona. Cuando este pez logra entrar en el cuerpo humano, comienza el mismo proceso que haría con todos los demás animales que suele atacar, sigue los mismos elementos químicos que expulsa un pez, pero hacia la orina humana. Es por eso que en el caso del ser humano esto resulta ser muy doloroso.
En el caso de que un Cadirú se introduzca en una persona, se cree que regularmente lo hace por la uretra, la morderá y querer retirarla provocará dolores inimaginables a la pobre víctima. El pez sigue introduciéndose hasta que encuentra una membrana de sangre donde pueda comenzar a llenarse de sangre. Pero esto no es lo peor.
Como es natural en este pez, se hinchará para después intentar retirarse. Pero el viaje que este pez realizó dentro de la uretra será el último. Por su hinchazón, este pez no podrá salir de ahí. De acuerdo a rumores de estos indígenas, muchos prefirieron tener una castrac1ón total a intentar sacar al pez muerto dentro de ellos.
“El veredicto de todos los relatos existentes sobre estos ataques es que la única forma de evitar que llegue a la vejiga, donde causa inflamación y finalmente la muerte, es amputando el miembro”. Escribió George Albert Boulenger, curador de peces en el Museo Británico.
Sin embargo, no hay suficiente evidencia que pruebe que esto puede ser una posibilidad muy alta de que ocurra. Por lo que se insta a los turistas a no nadar en los ríos del amazonas, a menos de que se sientan seguros. Y que tampoco ataquen al pez porque la idea de que se introduzca en el p3ne es muy improbable.
¿Tú conocías la posible historia de este pez? ¡No te olvides de compartirla para que más personas la conozcan!