Con cerezos y ciervos libres: Uno de los parques más hermosos del mundo se encuentra en Japón.

En primavera y otoño este lugar se convierte en uno de los más lindos del mundo. El parque de Nara en Japón tiene de todo, cerezos en flor y ciervos que caminan en libertad. 

En 1880, a los pies del monte Wakakusa, se creó el parque de Nara, que se sitúa justamente en esa localidad. Este parque es designado como uno de los “lugares de belleza escénica” por el Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología de Japón. En él habitan más de 1200 ciervos sika en estado salvaje, los cuales pueden andar libremente en los terrenos del parque, pues es clasificado como un “Monumento Natural”.

Según la tradición y el folklore local, los ciervos sika son animales sagrados. Según una leyenda, uno de los cuatro dioses del Santuario Kasuga apareció en el Monte Mikasa-yama montado en un ciervo blanco. Desde entonces son considerados seres divinos y sagrados de los templos locales. Sin embargo, después de la Segunda Guerra Mundial, los ciervos fueron despojados de su estatus divino pero fueron nombrados tesoros nacionales. 

En la actualidad, los visitantes pueden comprar Shika-senbei, es decir croquetas para alimentar a los ciervos del parque. Estas galletas son controladas y vendidas de manera exclusiva por la empresa Wnow. 

Durante la primavera, miles de cerezos florecen dando por iniciado el Hanabi, que es celebrado tanto por locales como turistas. Cientos de personas se reúnen para tomar fotos de los cerezos en flor y disfrutar de la hermosa vista, tanto de los árboles como de los ciervos que habitan y conviven con los visitantes.

En otoño, los árboles se tornan de colores ocres, naranjas y rojizos en sus hojas, creando un espectáculo visual que rivaliza con el de la primavera. 

A finales de marzo y principios de abril, los árboles de sakura florecen a lo largo de todo el país y actualmente hay más de 30 mil cerezos que ofrecen una vista asombrosa. Se cree que los primeros cerezos fueron plantados en la montaña hace más de 1 300 años. 

Desde el parque de Nara puedes trasladarte a Kioto, la capital de Japón o también a Osaka, que se caracteriza por tener un entorno más relajado y alegre que Tokio o Kyoto. 

De igual manera puedes visitar Yoshino, una de las ciudades cercanas de Nara  que también es conocida por ser un punto ideal para apreciar los sakura florecer. El monte Yoshino cuenta con más de 30 mil árboles en sus laderas. La ciudad se encuentra en la cima de la montaña y está llena de templos, restaurantes, posadas y miradores.

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