Se le conoció como «El Tren del Mañana» y deslumbró la industria ferroviaria de E.U. entre los años 30 y los años 60.
Al Mercury se le consideró una obra de arte que circulaba por los rieles de Estados Unidos a mitad del siglo XX. Sus características únicas lo diferenciaban de otros trenes que circulaban en aquella época. Su diseño tenía un aspecto imponente a la vez que se le consideraba «Futurista» que estaba inspirado en el Art Decó y su «Streamline Moderne«.
Tenía interiores elegantes y llenos de color, las ventanas eran selladas y la iluminación era totalmente indirecta, además de añadir, lo que para ese entonces era, el ‘moderno’ aire acondicionado.
Este tren inició de una manera muy polémica pues, sus orígenes se dieron en medio de la Gran Depresión, por lo que el presupuesto para lograr que esta maquina anduviera tuvo que ser económico pero centrado en la velocidad. El Ferrocarril Central de Nueva York quería que este tren mejorara el servicio para el Medio Oeste de los Estados Unidos.
El diseñador encargado del proyecto fue Henry Dreyfus quien deslumbró a los funcionarios que inspeccionaron el trabajo, por lo que no tardaron en aprobar los planos. Pero cuando todo parecía ir viento en popa, cuando se solicitó la licitación para el proyecto, fue cancelado de manera abrupta.
Un tren estilo «Monstruo de Frankenstein»
La cancelación llegó debido a los costos que generaba un proyecto de esa magnitud, el Ferrocarril Central de Nueva York no estaba en condiciones de poder invertir una enorme cantidad de dinero en un tren tan ambicioso. «Fue un duro golpe cuando recibí la mala noticia«, comentó Dreyfuss.
No conforme con esta respuesta, Dreyfuss propuso utilizar carros de trenes que se encontraban sin usar y estaban almacenados en depósitos. Los responsables del proyecto consideraron de esta idea más factible y reconsideraron su decisión, por lo que le dieron luz verde a la construcción del Mercury, que terminó siendo una entera flota de trenes.
El ‘nuevo’ tren de Nueva York tenía una apariencia futurista. Además de tener aspectos aerodinámicos, incluía aspectos únicos que resultaban llamativos, por ejemplo, las ruedas y varillas impulsoras que se encontraban expuestas e iluminadas por luces, por lo que esta maquina podía ser vista incluso de noche.
Modernismo del pasado
Los vagones eran de color gris medio con molduras de aluminio cepillado. Utilizaba un motor de vapor y podía alcanzar una velocidad de hasta 160 km/h, aunque se encontraba limitado a 130 km/h por seguridad de los pasajeros.
A pesar de ser limitado por presupuesto, el Mercury ofrecía un interior de lujo, teniendo diferentes sectores como un vestíbulo, que contaba con el único espacio circular, un comedor, un sitio de fumadores, vagones de pasajeros y uno de observación.
El primer tren de esta flota realizó un trayecto entre Cleveland y Detroit el 25 de junio de 1936. También iniciaron posteriormente una línea de Chicago a Detriot y otro de Cincinnati a Detroit. Igual que como el Mercury llegó a dejar atrás otros trenes, el tiempo también dejó atrás al Mercury, el último servicio de esta línea fue dado el 11 de julio de 1959 dejando en la historia un tren que prometió el futuro.