Para la mayoría de personas el amor de los abuelos es incondicional y sincero, ellos sólo se encargan de dar amor, proteger, cuidar y complacer a sus nietos. Kirsten Haig pertenece a ese grupo de personas que adoran a sus abuelos, es por ello que esta mujer decide casarse en el ancianato donde estaba su abuela de 89 años porque anhelaba su presencia en ese día tan especial.
La idea principal de los comprometidos era celebrar su boda en Costa Mesa, California. Con cientos de invitados, pero sin poder contar con la presencia de una de las personas más importantes en la vida de Kirsten, su abuelita.
La mejor opción era celebrarlo en el ancianato donde permanecía su abuela, pero debido a la pandemia mundial esto representaba un alto riesgo para todos los ancianos. Luego de pasar días pensando en una solución, finalmente la consiguieron, realizar la boda en el estacionamiento de la residencia de personas mayores donde permanecía la abuela.
Los gerentes aceptaron la propuesta y la señora pudo apreciar la boda incluso afuera, sentada frente a los novios. A pesar de que fue una celebración completamente diferente y limitada, se cumplió el sueño de Kirsten.
Los enamorados afirman que fue una boda perfecta gracias a la presencia de la abuelita. Esta es una historia realmente encantadora que merece ser compartida.
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