El amor de una madre es infinito y el lazo que forman entre padres e hijos al final del día siempre será más fuerte que otra cosa. De hecho, cuando se trata de los sueños, las mamás son las primeras en la fila para alentar a sus amados hijos, no hay nada que ellas no harían por ellos.
Sin embargo, en ocasiones, la vida da muchas vueltas y mientras que son los padres quienes buscan y quieren proteger a sus hijos, a veces es al revés; como en el caso de Robert Peric-Komsic.
El delantero nacido en Sarajevo de 23 años tenía un contrato profesional con un equipo local croata de la Segunda División pero renunció a todo para poder ayudar a su madre, quien presentaba complicaciones graves de salud.

Peric-Komsic jugaba para el HNK Cibalia Vinkovci pero tuvo que parar sus actividades para donarle el 70% de su hígado a su mamá, Ljiljana que luego de rechazar en tres ocasiones otros trasplantes estaba al borde de la muert3.
De acuerdo a TyC Sports, su madre tiene varios años batallando con su enfermedad pero finalmente solo Robert podía ser compatible. Sin pensarlo mucho, pausó su carrera deportiva y voló a salvar la vida de la mujer que lo trajo al mundo en primer lugar.

“Su vida corría peligro, su estómago se estaba llenando de agua y era cuestión de días. En el momento en que supe que todas las demás opciones estaban agotadas, empaqué mis cosas y volé a Estambul. Mi misión era clara, curar a mi madre. Todo lo demás era menos importante o completamente sin importancia”, comentó.
4 meses después todo parece indicar que Ljiljana está aceptando el hígado de manera exitosa, se encuentra en proceso de recuperación y recibe diferentes tratamientos, mientras que Robert también está saludable pese a la importante cirugía a la que se sometió.

«Todos mis hallazgos son normales, el hígado se regeneró casi por completo dos meses después de la cirugía. Creo que jugaré un partido por los puntos muy pronto», expresó.
Aunque muchos lo vieron como un gran sacrificio para la carrera del futbolista, él solo lo vio como un acto de amor y agradecimiento hacia la mujer que le dio la vida y que gracias a ella está donde está.
«Huyendo de alguna historia de heroísmo, hice lo que creía que haría cualquier persona que creció en una familia funcional. Mi madre me dio la vida y yo se la extendí, finalmente consiguió una nueva vida después de 13 años de dura lucha».
El pasado 12 de julio el club le renovó el contrato y ya se sumó a las actividades del equipo aunque con entrenamiento personalizado y dosificado.
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