Descubren camino de ladrillos en las profundidades del Océano Pacifico.

El océano es tan inmenso y misterioso que todos los días nos sorprende con los constantes descubrimientos de los investigadores. Recientemente se han logrado percibir toda clase de criaturas extrañas, como peces abisales o sonidos percibidos desde las profundidades. De igual manera, en ocasiones los científicos logran encontrar sitios que parecen salidos de una civilización perdida. Recientemente los miembros del Ocean Exploration Trust encontró un “camino de ladrillos” a más de mil metros por debajo del mar. 

La región del Monumento Nacional Marino Papahānaumokuākea (PMNM), es el área marina más grande protegida que existe en el mundo. Esta zona se encuentra al norte del archipiélago de Hawái y se trata de una zona de gran interés. Gracias a las condiciones de las islas que surgieron gracias a la actividad volcánica, es prácticamente un laboratorio biológico donde pueden encontrarse especies que no se encuentran en ningún otro sitio en el mundo. 

Es por esto que la Nautilus Live le dedica grandes esfuerzos de exploración a través de la operación conocida como Ocean Exploration Trust.

Esta operación busca generar nuevos descubrimientos biológicos o geológicos dentro del océano. El programa ofrece transmisiones en vivo desde los buques de exploración, por lo que cualquiera que tenga interés en los misterios del mar puede tener acceso a las profundidades.

Justamente en una de estas transmisiones el equipo que controlaba una cámara a mil metros bajo el mar, encontró un extraño “camino de ladrillos” en las profundidades del Océano Pacífico.

Dicho camino parece salido de una antigua ciudad abandonada que ahora se aloja en las profundidades del mar. 

“Es el camino a la Atlántida”, se puede escuchar decir a un investigador. “¿El camino de baldosas amarillas?” exclamó otra voz. “Esto es extraño”, agregó otro miembro del equipo. “¿Estás bromeando? Esto es una locura”.

En el video se puede escuchar la sorpresa genuina de los investigadores que quedaron perplejos por el descubrimiento. Sin embargo, pronto comenzaron a buscar explicaciones que pudieran explicar el extraño lugar. Primero analizaron la composición del lugar, encontrado en la montaña submarina de Nutka, ya que parece extrañamente seco pese a que se encuentra a un kilómetro bajo la superficie del mar. 

Terminaron concluyendo que en esta pequeña sección del sedimento, las condiciones del sitio ocasionaron una fractura en la roca volcánica que simularon la forma de los ladrillos. 

Desafortunadamente no se trata de una región creada por el hombre, si no un conjunto de situaciones extraordinarias como que el lecho marino está cubierto por roca volcánica que se ha enfriado y calentado a consecuencia de las múltiples erupciones en la región.

“Las fracturas únicas de 90º probablemente estén relacionadas con el estrés por calentamiento y enfriamiento de múltiples erupciones en este margen horneado”, explican los investigadores en el pie del video.

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