Diocleciano Silva, dueño de un yate privado, en uno de sus viajes regulares vio una estructura extraña en el sonar de su embarcación, a una profundidad de unos 140 metros.
Tras hacer una inspección más a fondo, descubrió lo que puede ser una pirámide sumergida con una base de unos 8.000 metros cuadrados, más grande que un estado de fútbol.
Esta extraña formación, de origen aparentemente artificial, está en un área del Océano Atlántico y ha estado bajo el agua durante al menos 20.000 años, coincidiendo al mismo tiempo de la última gran edad de hielo en el hemisferio norte del globo, donde estos glaciares comenzaron a derretirse hace apenas 2.000 años.
De acuerdo a visualizaciones preliminares de cree que que es una estructura perfectamente cuadrada y está orientada hacia los puntos cardinales.
La «Pirámide»
El sitio donde se encontró esta «pirámide» está en una zona del archipiélago de las Azores, compuesto de 9 islas que han estado casi deshabitadas por portugueses desde 1427. Esta área se a estudiado continuamente debido a la presencia de actividad volcánica.
Organismos como la NOAA han estado desplegando grupos de investigación y ni ellos habían encontrado esta estructura hasta el momento.
Por el momento, la Asociación Portuguesa de Investigación Arqueológica ha encontrado pruebas de que los seres humanos vivieron en este archipiélago miles de años antes de su descubrimiento en 1427. Se han encontrado estructuras megalíticas, arte rupestre que se datan de hace miles de años.
Personas que son fanáticas de las teorías de conspiración han dicho que este sitio podría ser de extremo secreto y que se prohíbe su investigación debido a la extrañeza de la «Pirámide».
Al día de hoy se desconoce la procedencia de esta pirámide y si está relacionada con la evidencia arqueológica que se encuentra en la zona. Las autoridades Portuguesas no ha destinado algún otro grupo o recurso a la investigación del sitio.