Aproximadamente se reportan al año 1,500 ataques de ácido, las mujeres son las principales víctimas y aunque es un crimen que tiene represalias en varios países, sin embargo, la mayoría de los casos permanece sin justicia alguna.
Países del sur de Asia como Bangladesh, Pakistán, India o Irán tienen una mayor incidencia. En los últimos años, los ataques a docenas de mujeres han aumentado, aunque no resultan ser letales, los daños físicos y mentales son el principal problema para que ellas puedan reintegrarse a la sociedad y sentirse seguras y bellas a pesar de sus heridas.
Las líneas de investigaciones siempre apuntan a familiares o conocidos de las víctimas, así como partidarios de la República Islámica, quienes exigen el uso del hiyab obligatorio. El ministerio de Salud de Irán ha compartido unas crueles estadísticas, alrededor de 60 o 70 casos de ataques de ácido suceden al año.
El suegro de Masume Attaie de 39 años la atacó y le aventó ácido en la cara de la mujer, luego de que ella quisiera divorciarse de su hijo, como resultado quedó completamente ciega.
Lo que sucedió hace 12 años no fue considerado como un crimen por la ley islámica, no obstante, ella está lejos de buscar justicia, ahora solo quiere dejar todo aquello en el pasado y salir adelante, ser reconocida como artista y modelo.
Amen Hadem es un diseñador de moda iraní y decidió cambiar la vida de muchas mujeres al contratarlas para ser modelos de su marca y aumentar su confianza y seguridad en si mismas para considerarse nuevamente hermosas.
“Quizás la belleza facial de una mujer es todo lo que tiene. Cuando eso se destruye, es muy difícil para una persona aceptarlo y regresar a la sociedad una vez más”, comentó Attaei.
En 2014 una ola de ataques tuvo lugar en Irán, pero en 2011, la historia de Ameneh Bahrami sacudió a la sociedad luego de enterarse del ataque que ella había sufrido solamente por haber rechazado la oferta de matrimonio de un hombre.
La gran oportunidad que el diseñador les brinda a estas mujeres es una iniciativa que muchos otros artistas deberían comenzar para reincorporar poco a poco a las mujeres víctimas de este tipo de ataques.
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