Dicen que es casi imposible planear las cosas, cualquiera que sean, sin embargo, en la medida de lo posible muchos profesionistas intentan ser lo más precisos posibles al momento de pedir sus vacaciones para no obstaculizar nada o dejar pendientes.
A finales del año pasado, un doctor tenía sus días libres concedidos, sin embargo, no tenía idea de que tendría que renunciar a ellos por uno de sus pacientes. Edwin Portalatín Pérez, es un médico de Puerto Rico que recibió miles de elogios gracias su gesto.
Durante las fiestas decembrinas es bastante común encontrar hospitales repletos de pacientes por diferentes casos, no necesariamente son fechas movidas para el personal, sino que más bien, pueden suceder accidentes inesperados y sorprender a doctores y enfermeras.
Edwin ya tenía planeado dejar la clínica en donde trabajaba para celebrar la Navidad y Año Nuevo con su familia, así como descansar después de un largo año atendiendo a miles de pacientes.
A través de su cuenta personal de Facebook, el propio doctor aprovechó para compartir una experiencia enriquecedora con uno de sus pacientes.
“Hoy (1 de enero) a las 7:52 am he recibido una llamada de sala de emergencia: ‘Doctor, tenemos un niño de 6 años con fractura de codo mientras jugaba en un inflable. Hemos tratado de transferirlo, pero nadie está aceptando los casos. ¿Nos podría ayudar?’. Es importante resaltar que en Puerto Rico no hay suficientes médicos en días regulares que atiendan emergencias, por lo que es más complicado conseguirlos en días festivos.
Al saber que era el único que podía intervenirlo el doctor Portalatín no dudo en cancelar sus planes para acudir con un niño que lo necesitaba. Leyó el expediente, aceptó el caso y llamó de inmediato a la sala de operaciones para que tuvieran todo lista cuando llegara.
Su noble gesto conmovió a toda su comunidad, además de ganarse el agradecimiento infinito de la familia del niño que no sabía si su hijo sería operado de emergencia o no.
“Quienes hicieron todo lo necesario para que este niño se pudiera operar hoy. Ustedes sacrifican de su tiempo en familia para servir con calidad y empatía. No hay palabras para agradecer su compromiso. A mi familia, en especial a mi esposa, gracias por entender estas situaciones difíciles que nos cortan tiempo de compartir en ocasiones especiales”, escribió.
La experiencia queda en una anécdota exitosa, sin embargo, lanza muchas alarmas en relación al sistema médico y de cuidados de la salud de Puerto Rico, haciendo un llamado de atención a las autoridades de la isla para que se comprometan más con el tema salud.
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