“Les agradecería que no vuelvan nunca más a mi restaurante”, fue lo que les dijo Lee Skeet a los clientes que fueron irrespetuosos con Lily su apreciable camarera. Al final Lee le obsequio el consumo de la mesa a Lily, un total de 1,350 dólares.
El ir a comer a un restaurante es toda una experiencia, en la mayoría de los casos agradable y placentera. Sin embargo, trabajar en un restaurante podemos decir que es otro asunto aparte. No es un secreto que el ambiente dentro de un establecimiento de comida es pesado. Entre los cocineros que tienen que sacar ordenes de comida constantemente, los meseros que puede que no se den abasto con los pedidos de los clientes y aceptémoslo, nunca falta el cliente irrespetuoso que trata mal a los empleados del lugar.
En el caso de Lily Griffith, una camarera inglesa, esta ultima experiencia fue lo que vivió. Lee Skeet es el propietario y Chef de Cora, un restaurante ubicado en Cardiff, Reino Unido.
Si bien Skeet es feliz siempre que recibe clientes nuevos, esta vez vivió una desafortunada experiencia luego de que un grupo de hombres fueran irrespetuosos e incluso tocaran sin su consentimiento a Lily, una de sus empleadas.
El grupo que asistió a Cora gasto 1,350 dólares en su cuenta, algo que hasta el momento jamás había pasado en el lugar. A Lee no le importó el dinero que gastaron. En cuanto supo la humillación que sufrió su empleada decidió vetar al grupo de comensales para siempre, informándoles la situación por medio de un correo electrónico.
“Quiero agradecerles por venir a mi restaurante hoy. Sé que incluso son la mesa que más ha consumido en nuestra historia (..)Pero Lily, quien tiene 22 años, me contó la manera irrespetuosa que fue tratada por ustedes. Les agradecería nunca más vuelvan a mi restaurante. Lily vale mucho más para mí que su dinero”.
Lee para demostrar que Lily era más importante, decidió devolver todo el dinero a los irrespetuosos clientes.
“Por favor mándeme sus datos bancarios para devolverle 1.000 dólares. Los otros 135 dólares de la cuenta se los transferiré directamente a Lily, ya que sería la propina que le corresponde y que ustedes decidieron no darle por sus servicios”.
Pero luego el dueño lo pensó mejor y llego a la solución de que no quería devolver el dinero. En cambio, le traspasó los 1350 dólares directamente a la cuenta de la afectada.
El chef quiso compartir la situación que vivió su empleada por medio de Instagram, todo para que los usuarios se den cuenta de lo que muchas veces sufren los meseros. En pocas horas Lily y Lee recibieron cientos de mensajes de apoyo.
El asunto incluso llego a un estudio de abogados en Londres. Ellos decidieron ponerse en contacto con los empleados del restaurante para levantar un caso en contra de los cliente para llevarlos ante la corte.
Lee Skeet realizó un segundo post en redes sociales para agradecer el cariño de la gente , y mencionar una vez más que estaba orgulloso de su empleada.
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