El arma más grande y terrorífica que el mundo ha conocido: El Schwerer Gustav

En 1934 lo único que detuvo a las fuerzas alemanas de invadir Francia fue la famosa «Línea de Maginot» la cual era un fuerte construido por los franceses a lo largo de su frontera. Este impedimento era bastante complejo y largo, incluso el mismo Adolf pensó que haría falta un milagro para poder pasarla.

Fue cuando el alto mando Alemán (OKH) contrató ingenieros de la Krupp, una compañía siderúrgica de Essen para que fuera la encargada de diseñar un arma que fuera lo suficientemente potente para poder romper las fortificaciones de hormigón hechas por los franceses.

El diseño original presentaba proyectiles que tendrían que ser lo suficientemente fuertes para penetrar 7 metros de hormigón y al menos un metro de chapa de acero. Es decir el arma tendría que ser mucho más poderosa que lo normal.

El ingeniero del Krupp, Erich Müller calculó que el arma tendría que ser mucho más grande y poderosa que cualquier arma existente en esa época. Finalmente Müller presentó un plan para que el OKH, donde dio las medidas y requerimientos para llevar a cabo la construcción de esta arma. El alto mando sabía de inmediato que el proyecto «Schwerer Gustav» era exactamente lo que necesitaban.

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El arma tenía un calibre de casi 80 cm, capaz de disparar un proyectil de más de 10 toneladas desde 48 kilómetros de distancia, el tamaño del Schwerer Gustav era descomunal. Solo cañón tenía más de 30 metros de largo, más largo que cualquier armamento en su tamaño total existente de la época.

Muchos decían que cuando lo veían, tenía más forma de un edificio pequeño que de un arma ya que medía más de 46 metros de altura y pesaba una 1300 toneladas. La munición, que era exclusivamente fabricada para el arma, tenía el tamaño de dos hombres adultos y se necesitaban varios soldados para cargarlo.

Para poder mover esta arma se construyeron rieles especiales. Satisfechos con ese prototipo, la OKH encargó dos tipos de esta tipo de arma: la misma Schwerer Gustav y otra más pequeña, la cual recibió el nombre de «Dora».

Pero estas armas no estaban listas cuando se ordenó atacar a los franceses, por lo tanto los alemanes tuvieron que ir al frente sin la ayuda de estas armas. Aún sin ellas, puedes ver gracias a la historia, las fuerzas alemanas superaron con creces a las de Francia.

El problema es que los altos mandos querían probar el armamento nuevo y se eligió el sitio de Sebastool como la oportunidad perfecta para realizarlo. Tras cinco semanas para colocar correctamente el dispositivo, lo que requirió el trabajo de 4.000 hombres, el Schwerer Gustav estaba listo para recibir órdenes.

Se disparó el Schwerer Gustav, entre el 5 y 17 de junio de 1942, con 48 rondas lo que equivale a cerca de 30.000 toneladas de munición. Estas fueron las pruebas finales, pero en general se sabe que se dispararon otras 250 en pruebas previas, por lo que tanto el cañón como el personal estaban muy desgastados. Para que te pongas en contexto, se necesitan unos 500 hombres para poder dar un solo disparo.

Tras la batalla el arma fue desmantelada para poder ser trasladada al Krupps para que lo realinearan. Sin embargo, cuando se quiso usar en una batalla de Leningrado, se le dejó de lado por una sencilla razón: No era práctico el usar esta arma.

Esto se debe por la gran cantidad de hombres necesarios para disparar una sola ronda de municiones. Durante la batalla era innecesario prescindir de tantos efectivos. Además las tropas tardaban demasiados días en mover el cañón, por lo que hacer esto de manera sigilosa era imposible.

Otra razón por no usarla era el costo de mantenimiento, era demasiado caro poder usarla y justificar su uso ya que había cientos de de armas más pequeñas y discretas disponibles. Al final los alemanes retiraron el Schwerer Gustav y para asegurarse que nadie más lo usara en su contra la desmantelaron y el paradero de sus piezas es desconocido, algunas han sido destruidas y otras no se sabe dónde se encuentran.