El picozapato, un pariente de los dinosario que ha sobrevivido hasta nuestros días

Todo el mundo está familiarizado con la extinción masiva de los dinosarios hace 66 millones de años; por lo que es muy difícil creer que esta especie haya llegado hasta nuestra época. Sin embargo, de esta gran extinción logró sobrevivir una cuarta parte de la flora y la fauna del planeta; así que es completamente posible que haya dinosaurios en esta era.

El picozapato es uno de ellos.

Su nombre científico es «Balaeniceps rex»; así como el Tiranosaurio, aunque en realidad estos dos no tienen mucho que ver. De hecho, cuando se trata de nombres científicos, hay palabras que se repiten en especies que no se parecen en nada.

«Rex» viene del latín y significa «rey»; mientras que «balaenuceps» quiere decir «cabeza de ballena»; o sea que esta ave es un rey con cabeza de ballena, o algo así. Por eso mejor le llamaremos por su nombre común: picozapato; que le fue dado por ese característico pico.


Pirula es un biólogo y divulgador científico brasileño que decidió hacer un hilo en Twitter explicando lo referente a este animal pues según menciona; todo el tiempo le están preguntando qué es. Aquí te contamos la información más relevante.

El picozapato habita en los pantanos del este de África, entre Sudán del Sur y Zambia. Aunque tiene unas patas bastante largas y delgadas, pasa su tiempo en aguas poco profundas; de hecho, sus extremidades son muy fuertes y le permiten pasar mucho tiempo inmóvil y caminar entre las aguas fangosas.

Llegan a pesar 7 kilogramos y pueden alcanzar casi un metro y medido de altura; es decir, se trata de un ave bastante grande.


Pasan la mayor parte de su tiempo descansando para ahorrar energía para cazar. Al igual que cualquier depredador, el picozapato permanece completamente inmóvil hasta que ve a su presa y lanza su ataque. La punta curva de su pico le sirve para sujetar mejor a su presa; se alimenta de peces y ranas.

Pero que su amenazador pico no te engañe; en realidad, estas aves son muy dóciles, no le temen a los humanos, incluso son buenas interactuando con ellos y hasta los saludan. También son muy fáciles de mantener en cautiverio, pero lo difícil es lograr su reproducción.


A pesar de haber sobrevivido a varias catástrofes, actualmente esta especie se encuentra en peligro de extinción. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) su estado es «vulerable».

Se calcula que quedan tan solo 5,000 ejemplares vivos, pero algunos creen que la cantidad es optimista y no supera 3,300 aves.

Hay varias razones por las que el picozapato se encuentra en esta situación; la más significativa y de la cual derivan otras es el ser humano.

Las regiones pantanosas donde vive están siendo destruidas para la agricultura. Drenan los pantanos para riego, utilizan pesticidas de manera inapropiada, que contaminan las aguas y aniquilan parte de su alimento y pisotean nidos, matando huevos y crías.

Otra razón es que son muy fáciles de cazar porque son lentos y vuelan poco. Además de servir como alimento, el picozapato es cazado por superstición pues algunos creen que dan mala suerte; pero sobre todo, es buscado para el tráfico ilegal.

Esta ave sobrevivió a un bombardeo pero parece que no sobrevivirá a las acciones perjudiciales de los humanos.

Una anécdota muy curiosa que protagonizó el picozapato sucedió durante la Segunda Guerra Mundial. El zoológico de Berlín sufrió una serie de bombardeos entre 1943 y 1945; se estima que en el lugar detonaron mínimo siete bombas. Cuando el Ejército Rojo tomó Berlín, investigó el interior del zoológico y encontró esta enorme ave. Resulta que sobrevivió gracias a un empleado del lugar.

Se cree que las aves son parientes cercanos de los dinosaurios pero en realidad, las aves son dinosaurios que tuvieron suerte de sobrevivir y evolucionar. El picozapato es entonces, un dinosaurio, al igual que cualquier ave como una paloma, una gallina o un colibrí.

La única diferencia es que el picozapato tiene este extravagante aspecto que nos hace creer que el ave es irreal.

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