El extraño caso del avión que desapareció sin dejar rastro

Gilberto Araújo da Silvia, un piloto brasileño con más de 20 mil horas de experiencia en vuelo llevaba consigo desde Japón una mercancía con valor de más de 1 millón de dólares, el destino era Brasil.

El 30 de enero de 1979, una tripulación de 6 personas, el piloto incluido abordó el avión Boeing 707 desde la ciudad de Narita, Japón hasta Río de Janeiro en Brasil. El despegue sucedió sin problemas y el vuelo Varig 967 salió del aeropuerto a las 20:23 horas.

Inicialmente el vuelo tenía una escala planeada: Los Ángeles, pero antes de que sobrevolaran la ciudad, el capitán Araújo se comunicó con la torre de control, proporcionó su ubicación y lo más importante, no reportó ningún tipo de problema, esto a las 20:45.

A Varig Boeing 707-385C parecido al avión del vuelo 967.

Antes de las 9 y media de la noche se esperaba que el avión se volviera a comunicar, pero no lo hizo. Como un acto de magia, el Boeing desapareció de los radares y no aparecía por ningún lado.

Los oficiales realizaron el reporte correspondiente y comunicaron la falta de comunicación con el vuelo, ante la posible tragedia, varios equipos de rescate comenzaron a buscar al avión en lugares cercanos a sus últimas coordenadas conocidas.

Por varias semanas intentaron encontrar algún rastro del avión o indicio de la tripulación, pero no encontraron nada. En la mayoría de los accidentes aéreos es común que dejen rastros del siniestro, como petróleo u otro tipo de material.

Tripulación a bordo.

Varig hizo una declaración oficial para los medios y familia diciendo que pese a sus esfuerzos, no habían logrado encontrar al vuelo 967. Además de la probable perdida de seis vidas, los japoneses comenzaron a sospechar sobre toda la situación.

Resulta que el vuelo no era comercial sino de carga, el Boeing 707 llevaba productos electrónicos, piezas de barcos y maquinaria industrial pero también tenía un valioso cargamento de pinturas del artista japonés Manabu Mabe, valuadas en millones de dólares.

Las obras del artista brasileño-japonés eran parte de una exposición en Japón y estaban siendo devueltas a Brasil, pero jamás las encontraron.

Otra cuestión a considerar fue el historial del capitán Araújo, el piloto tenía mucha experiencia sí, no obstante, años antes tuvo otro accidente mientras volaba de Río a París.

Mientras estaban cerca de llegar a la capital francesa uno de sus pasajeros tiró una colilla de cigarro encendida causando problemas en el avión y obligando a Gilberto a hacer un aterrizaje de emergencia, ese día murieron 123 personas.

En el vuelo 967 estaban a bordo también, el comandante Erni Peixoto, los ingenieros Nicola Esposito y José Severino, y los copilotos Evans Braga y Antonio Brasileiro da Silva Neto, más de 40 años después, no se volvió a saber de ellos.

Hasta la fecha siguen surgiendo hipótesis sobre el accidente, la más creíble es que el avión estaba una altitud de crucero, la cabina se despresurizó poco a poco y sin que nadie se diera cuenta del problema, para que al final todos fallecieran debido a la falta de oxígeno.

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