El lado POBRE de DUBAI que pocos conocen

Es una parte desconocida pero muy grande que casi nadie ve

Pensar en Dubái es pensar en lujos: Hoteles altísimos, autos deportivos únicos, dinero por todos lados, turismo cerca de las playas artificiales, vuelos en helicóptero para moverse en la ciudad. Todo es ostentoso, y no es decirlo de forma fortuita, Dubái posee la torre Burj Khalifa, el rascacielos más alto del mundo con 830 metros de altura.

También pensamos en todo lo que el ingenio humano ha podido hacer con los recursos económicos, casi ilimitados, que tiene la ciudad. Un ejemplo es la Isla Palm, El archipiélago artificial más grande del mundo en el cual se juntan 3 islas artificiales en forma de palmera: Palm Jumeirah, Palm Jebel Ali y Palm Deira. Estas islas están hechas para impulsar el turismo – dentro- de la ciudad.

Pero en medio de todo este mundo de lujos, hay un lado que no todos conocen el de la mano de obra, los proletarios y pobres de la región. Ellos viven en las afueras de la ciudad, en un lugar llamado «Sonapur», nombre no oficial, y constituyen el 85% de la población total de Dubái. Estos están formados por extranjeros en su mayoría.

Para comprender mejor como todo esto llego a ser es preciso contar un poco de la historia de la ciudad. Entre 1950 y 1960 se crearon los Emiratos Árabes Unidos, justo después de que el Reino Unido abandonara el lugar debido a la independencia del territorio. Esta región estaba poblada principalmente de Pastores. Sin embargo se descubrieron grandes yacimientos de petróleo justo un par de años después de su independencia. Por esto pasó a ser uno de los países más ricos del mundo.

Debido a la falta de manos de obra en el sitio recién descubierto de petróleo, se necesito contratar manos extranjeras de todo el mundo. Se realizaron varias campañas para atraer trabajadores, la cual tuvo éxito, en su mayoría la población de Dubái es totalmente extranjera, todos inmigraron desde India, Turquía, Bangladesh y varios países más de Oriente Medio y Asia.

A pesar de todo esto, Dubái sigue teniendo el árabe como idioma oficial y el Islam es la religión más practicada de la ciudad, sin embargo, su segundo idioma es el inglés y la proliferación de varias religiones está permitida.

La tasa de desempleo en la ciudad es la más baja del mundo, solo es del 0.05% de personas sin empleo en todo ese territorio. Esto no significa que no existan los pobres en la ciudad, simplemente trabajan mucho pero no se enriquecen, trabajan para sobrevivir. Las autoridades de Dubái deportan a todas las personas que no estén trabajando o no encuentren trabajo en un lapso de 30 días, por lo cual la gente tiene que aceptar un trabajo, el que sea, si planean quedarse en Dubái.

Debido a los malos pagos y las carencias de la clase trabajadora, en las zonas donde viven, como Sonapur, las condiciones son precarias y carecen de estructura: Las casas están sin terminar, no tienen alcantarillado correcto, sus casas no tienen puertas o ventanas y en el caso de pasar calor, como lo es el desierto de Dubái, tampoco tienen un sistema de enfriamiento o si quiera ventiladores.

La división de clase es muy evidente en Dubái, la clase alta vive en el centro de la ciudad y generalmente son empresarios o personas nativas que eran dueñas de las tierras donde se encontraron los yacimientos. El segundo grupo está constituidos por las «elites» de otros países que son los líderes de las empresas u otros empresarios extranjeros que van a invertir sus fortunas a esta ciudad. La tercera clase es la mayor cantidad de personas que hay en Dubái, la clase baja.

Muchos pueden argumentar que «Si es tan malo ¿Por qué no se regresan a sus países?» Y es válido el argumento. Sin embargo, vale la pena recordar que cada caso es único, si bien muchos sí tienen la oportunidad de regresar, muchos más han salido de sus países para buscar mejores condiciones para su vida y la de sus seres queridos. Ellos aceptan estas condiciones de vida porque ante la falta de beneficios, el alto costo de vida en Dubái, sus salarios sí terminan siendo proporcionales. Muchos ganan mejor por las mismas tareas en Dubái que en su país de origen, pero también todo es costoso en la ciudad. Incluso, hay empresas que ofrecen vivienda como beneficio de trabajo. Esto no significa tampoco que sean las mejores viviendas.

Los empleados terminan sin otra opción. Prefieren llevar una vida llena de restricciones para poder darle todo lo que ganan a sus familias. Básicamente se encuentran en una situación de «rehen» por las necesidades básicas de la vida. Los trabajadores suelen compartir sus casas hasta con 5 personas, todo sea por poder ahorrar un poco de dinero para poder vestirse, usar transporte y poder comer.

Es por todo esto que en el gobierno de la ciudad no habla de Sonapur, no es agradable la vista y mancharía la imagen de esta idílica urbe. Las fotos que circulan poco en internet muestran a los empleados con condiciones que solo pueden ser equiparables con la esclavitud. Muchos acaban muriendo principalmente por el calor y sin ningún tipo de asistencia.

La zona de Sonapur está declarada por el mismo gobierno como «Zonas de Alto riesgo» donde se desanima al turista a visitarlas. Allí se pueden encontrar imágenes de miseria, personas siendo privadas de los bienes esenciales de para la vida, como el agua y, sobre todo, muestra una imagen que asustaría a cualquier turista: El abandono.

Ahí se te puedes encontrar con muchas cosas abandonadas ¿Recuerdas esas imágenes que alguna vez circularon en internet donde se muestran autos de lujo abandonados? Esas imágenes que venían acompañadas de una frase como «En Dubái son tan ricos que pueden dejar estos autos para la chatarra»

Y aunque se podría argumentar sobre esto. La verdad es que no puede estar más lejos de algo cierto: Estos autos están en la zona de Sonapur. La gran mayoría de ellos pertenecieron a personas que viven ahí, en un intento de «mejorar» su vida obteniendo estos artículos, sin embargo solo obtuvieron una gran deuda que no pudieron terminar de pagar y entonces tuvieron que elegir: Irse del país o quedarse para ser castigados.

Todo lo que se abandona en Dubái queda abandonado: allí las leyes son muy estrictas y cualquiera que conduzca un coche sin la documentación adecuada o un propietario endeudado podría ser arrestado o sufrir consecuencias aún mayores, como la pena de muerte.

¿Sabía que las leyes son muy estrictas en Dubái y algunas cosas simples como las demostraciones públicas de afecto se consideran un delito público? ¡Déjanos lo que piensas en los comentarios! Comparte esta nota para que más personas conozcan esta parte que pocos han visto de Dubái.