Jim Rohn tenía una frase que se volvió valiosa con el paso de los años: “El tiempo vale más que el dinero. Siempre se puede conseguir más dinero, pero no se puede conseguir más tiempo”. Esto es algo que todos los padres tendrían que poner en lo alto de su hogar para recordarlo a diario: el tiempo en familia y con los hijos no se puede pagar con dinero y es invaluable. No se puede recuperar el tiempo perdido.
No lo vamos a negar, ganar dinero es vital para poder sobrevivir en el mundo. El esquema de nuestra sociedad nos obliga a hacerlo para poder tener una calidad de vida decente. Es necesario el dinero para pagar las facturas de la luz, el agua, para pagar una vivienda digna, para comprar alimentos, ropa y artículos de aseo personal. El dinero se necesita para todo, nosotros necesitamos el dinero, pero no debemos dejar que el dinero nos controle o sea la base de nuestra felicidad. La felicidad no es mayor ni menor según la cantidad de dinero que tengas en el banco.
Ahora que llegamos a la conclusión de que el poder adquisitivo no es la base de la vida, ¿Por qué ansiamos querer más? no vamos a tomar la posición hipócrita de que no necesitas asegurarle un futuro, estudios o un techo decente a tus hijos. Sabemos que son necesarios. Pero el objetivo de este artículo es que encuentres el balance entre el trabajo y el tiempo en familia e incluso tu tiempo personal.
Entendemos que las adversidades están a la orden del día y uno nunca sabe cuando es que las cosas pueden cambiar para mejor o peor. Pero ¿estás seguro de que el tiempo que invertiste valió la pena? Es decir, esas horas extras en el trabajo, esos momentos de desvelos, de llegar tarde a casa e irte temprano, esos festivales escolares a los que no fuiste, las fiestas que no celebraste, todo eso que te perdiste por trabajar ¿valió la pena?
Puede que a lo mejor digas, “Bueno, llego tarde a casa pero siempre le llevo un regalo a mi hijo para que sepa que me acuerdo de él”, ¿estás seguro de que tu hijo no preferiría que estuvieras en casa?
Tampoco vamos a venir a decirte que “el amor no se muestra con dinero” o “el tiempo de calidad es más importante”. Recordemos que el amor se manifiesta de diferentes maneras según la persona, el amor tiene muchos lenguajes, puede demostrarse a través de palabras, tiempo de calidad, por medio de regalos, actos de servicio o con contacto físico como los abrazos o los besos. Pero como todo, el amor es algo que se tiene que trabajar a diario, que se fortalece día a día.
Los regalos están bien, pero el que llegues con tu hijo y le recuerdes que lo amas, que recuerdes sus gustos, te pongas a hacer la tarea con él, vean una película juntos, que lo lleves a la escuela con gusto, hay muchas manera de recordarle a tu familia que estas ahí y que los amas.
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