Empresario viudo de 89 años sin hijos hereda su empresa a su mejor empleada

Ha quedado claro que la familia no es necesariamente la biológica, también se pueden construir con las personas que tenemos cerca y nos quieren, a pesar de la falta de un lazo consanguíneo.

Cuando nos hace falta una familia siempre podemos contar con los amigos o personas que nos rodean, tal fue el caso de Juan Moreira. Este hombre, a sus 89 años, viudo y sin hijos, decidió hacer uso de su círculo cercano y confió su herencia total a Deolinda Alfonso, una mujer que trabajó junto a él por más de 40 años.

Deolinda siempre había formado parte de la vida de la familia Moreira, tanto que Juan y su esposa la llegaron a tratar como la hija que nunca tuvieron. La trabajadora nació en una familia humilde, sin embargo logró entrar a la empresa Moreira desde muy joven gracias a Juan y su esposa y su infinita bondad hacia Doelinda.

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Desde sus 12 años estuvo trabajando en la casa Moreira para poder pagar sus estudios y los de sus 7 hermanos. En aquél entonces no sabía hacer prácticamente nada. Comenzó haciendo trabajo doméstico y así fue como entró en contacto directo con Juan y su esposa. La pareja no tenía hijos propios, así que pronto ella se convirtió en una persona muy cercana al matrimonio.

Con ellos tuvo sus primeras vacaciones e incluso tuvo una fiesta cumpleaños como jamás había imaginado. Actualmente Deolinda tiene 50 años y Juan ya tiene una edad avanzada, por lo que tuvo que tomar una decisión: abandonar su puesto de dueño y dárselo a alguien más, alguien que fuera de confianza y capaz.

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¿Quién mejor que Doelinda para este puesto de honor? La mujer actualmente tiene dos hijos y tres nietos, mientras que Juan no tuvo a nadie a parte de ella a quién llamar ‘familia’. Tras 3 años de la muerte de su esposa, Juan decidió jubilarse y cuidar de él. Deolinda sabe perfectamente lo que es tener nada, por lo que ahora tener este puesto será una oportunidad perfecta.