Todo indica que el barco ballenero originario de Rhode Island, Estados Unidos que zarpó hace más de 150 años y se perdió en altamar ha sido encontrado después de tanto tiempo.
Hace poco y gracias a la marea baja de una playa cerca de Puerto Madryn, pudieron encontrar los restos expuestos de una nave antigua que parecen ser los del Delfín, de acuerdo a una investigación publicada en Dendrochronologia.
“No puedo decir con 100% de certeza, pero el análisis de los anillos de los árboles indica que es muy probable que este sea el barco”, dijo Ignacio Mundo, autor principal del estudio y dendrocronólogo de IANIGLA-CONICET, un laboratorio argentino, en un comunicado del Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia.
En 2004, se encontraron los primeros restos y hasta años más tarde pudieron determinar con mayor exactitud que se trata del barco que ellos pensaron desde el primer momento.
Una de las cosas que pudo ayudar a determinar la veracidad de la especulación es la observación y estudio de los restos de las costillas del barco y parte del casco, el equipo cree que los datos de los anillos de la madera va a lanzar la información sobre la edad de los árboles que lo formaron.
Los anillos de los árboles son una herramienta increíblemente útil para fechar eventos, desde erupciones volcánicas hasta el colonialismo en América del Norte. Codifican tendencias climatológicas como las sequías y, por supuesto, dicen la cantidad de tiempo que ha existido, ya que a un árbol le crece un anillo por cada año que ha vivido.
Gracias a una motosierra fue que pudieron remover varias muestras de la madera del naufragio y así pudieron compararla con el North American Drough Atlas, el cual contiene muestras de unos 30 mil árboles que datan de hace más de 2 mil años.
Los tres tipos de árboles crecen en el este de los Estados Unidos. La datación de la madera indicó que algunos de los árboles comenzaron a crecer en 1679, y los últimos robles se cortaron en 1849, un año antes de que comenzara la construcción del Dolphin.
Esta comparación confirmó que las costillas del barco estaban hechas de roble blanco, y su casco y clavos de madera estaban hechos de pino amarillo y algarrobo.
“Es cierto que no tenemos algo como la campana del barco. Pero para mí, la historia está ahí, en los anillos de los árboles”, dijo Mukund Rao, dendrocronólogo del Laboratorio de anillos de árboles Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia.
Aunque algunos investigadores afirman que sus sospechas son ciertas, hasta el momento no hay una certeza, pero todo parece indicar que es verdad. El Dolphin que zarpó en 1859 está en Buenos Aires.
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