Encuentran indicios de la existencia de un sexto océano en lo profundo de la Tierra.

Este pequeño diamante tiene un alto contenido en agua, por lo que los científicos empiezan a crear teorías sobre un sexto océano subterráneo jamás explorado.  

Con el paso del tiempo, hemos aprendido que la estructura de nuestro planeta está conformada por el núcleo, el manto y la corteza terrestre. Sin embargo, este sistema es mucho más complejo de lo que parece, por lo que todavía hay partes inexploradas y existen muchos secretos que todavía no comprendemos. 

Anteriormente ya existían sospechas de que en las profundidades de la astenosfera podría existir agua, aunque se creía que no se encontraba en estado líquido. Sin embargo, un descubrimiento reciente puede indicar la existencia de un sexto océano en las profundidades de la Tierra, tan grande que sería una de las fuentes más grandes de agua del planeta. 

Un estudio reciente publicado en Nature Geoscience sugiere que hay un sexto océano que se extiende por todo el globo alrededor de 400 millas (644 km) debajo de la superficie, en una capa límite entre el manto superior e inferior de la Tierra. La corteza terrestre tiene un promedio de 5 a 25 millas (8 a 40 km) de profundidad, mientras que los mantos inferior y superior se extienden alrededor de 2.900 millas; la superficie inferior del manto inferior forma un límite con el núcleo exterior de la Tierra.

Los geólogos han estado acumulando evidencia que sugiere que existe una gran cantidad de agua en el manto de la Tierra, contenida en minerales porosos en lugar de una gran masa de agua subterránea en la superficie, como cabría esperar.

El descubrimiento que guio a estas suposiciones fue el hallazgo de un diamante posteriormente examinado. Este fue extraído en Botsuana y probablemente se formó a una profundidad de aproximadamente 400 millas o 660 kilómetros asociada con la zona de transición. Al estudiar la ringwoodita que se encuentra en el diamante, y con base en la condición de ese mineral, los investigadores ahora creen que la región acuosa se extiende un poco por debajo de la zona de transición y hacia el manto inferior del planeta.

Este diamante fue obtenido en una región donde hay una alta cantidad de ringwoodita. Utilizando espectrometría FTIR, se pudo concluir que tiene un “alto contenido en agua”, además de que se determinó que es la composición química del diamante es “casi exactamente la mismo que la de prácticamente todos los fragmentos de roca del manto encontrados en basaltos en cualquier parte del mundo”.

Estos datos indican que el ciclo del agua también incluye en su proceso las partes profundas de la tierra. La clave de esto es la región de donde se extrajo el diamante, pues se encontró en la transición entre  el inferior de la corteza terrestre y el manto superior, misma que se encuentra entre unos 410 y 660 kilómetros de superficie.

Aquí la mayor parte de la composición está dada por minerales como el olivino, el peridoto, la wadsleyita y la ringwoodita, que se caracterizan por sus grandes capacidades de almacenamiento de agua. Los investigadores han estimado que teóricamente, la roca de la zona de transición “podría absorber seis veces la cantidad de agua en nuestros océanos”. Por lo tanto, se ha hablado de la existencia de un sexto océano que se encuentra en las profundidades de la Tierra, tal como Julio Verne lo dijo en su ‘Viaje al centro de la Tierra’.

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