Esculturas siguen intactas después de 15.000 años de antigüedad.
Siempre es asombroso observar cómo algunas esculturas se mantienen en buen estado a pesar del pasar de los años, pero es mucho más extraordinario encontrar una de ellas completamente intacta debajo de una cueva.

Y es el caso de este par de bisontes hechos de arcilla que datan de 15.000 años a.C.

Se podría considerar el aporte más significativo para la historia de la humanidad ya que fueron esculpidos completamente de arcilla, sobre una roca dentro de la ahora denominada “cueva de los bisontes”. Sus detalles y acabado es algo sorprendente.
Este grandioso sistema de cuevas que colindan con el río Volp atraviesa gran parte de Europa, su agua fluye a través de 3 cuevas y es rodeada de un lindo paisaje boscoso, esto capto la atención de Henri Bégouën en 1912 que decidió incursionarse junto a sus 3 hijos.
Para su gran sorpresa dentro de dichas cuevas consiguieron mucho más de lo que esperaban, ya que las paredes de la cueva Tuc d’Audoubert estaba repleta de arte paleolítico. Al descubrir esto decidieron buscar a un arqueólogo para que los guiara y ayudara, es allí cuando Émile Cartailhac quedó sin palabras al ver la cantidad de material histórico que posaba en esas 3 cuevas.

Henri Bégouën con sus 3 hijos, Henri Breuil y Émile Cartailhac frente a la cueva Tuc d’Audoubert en 1912.

En la cueva Enléne se logró encontrar gran cantidad de obras talladas en huesos de algunos animales, de esa época se conoce que la comunidad Magdaleniense de la Edad de Piedra se alimentaba mayormente de caballos, renos, cabras, antílopes y cualquier animal grande, cada uno de estos fueron representados con sumo cuidado y dedicación en los huesos de la mandíbula de los bisontes.
El bisonte llego a formar parte importante de la cultura Magdaleniense, fue su alimento principal y sus huesos son parte de otras obras, se cree que esté es el motivo por el cual fue grabado en las paredes y pisos de la cueva Tuc d’Audoubert en prácticamente un 40% de ella, se lograron contar 103 animales y 250 signos representados en toda la cueva.
Pero algo que aún sigue siendo un gran misterio para todos fue lo encontrado en la cueva Trois- Fréres por Henri Breuil quien lo llamo “el hechicero” ya que la pintura hace referencia a un híbrido entre humano y animal. Se cree que en la cultura Magdaleniense realizaban rituales para atraer la suerte y tener cacerías exitosas, sobre todo por los animales de gran tamaño que cazaban, es por esto que “el hechicero” representa un dato importante y novedoso para la historia por su imponente tamaño y la manera en que retratan sus cuernos y patas.

La pintura de «el hechicero» encontrado en la cueva Trois- Fréres por Henri Breuil.

La vida de toda la cultura Magdaleniense aún se mantiene vibrante en los pisos y paredes de esas cuevas, no dejes de comentar y compartir esta publicación para que su historia siga viva.

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