La falta de agua afecta a varios países del mundo y es una crisis real que va en aumento con pocas posibilidades de encontrar una solución que nos mantenga con agua potable a largo.
Sin embargo y motivado con crear algo duradero, un ingeniero español jubilado de 82 años pudo crear una máquina capaz de producir agua potable a partir de la humedad del aire. Cabe destacar que Enrique Veiga ya había desarrollado una máquina para la sequía en los campos españoles en la década de los 90.
La máquina puede condensar la humedad del aire y producir hasta 3.000 litros de agua por día incluso en zonas donde la humedad es mínima, como en el desierto. Su objetivo es alcanzar incluso las zonas más vulnerables o de difícil acceso.
Actualmente, hay 29 regiones sufriendo la falta del vital líquido, esto afecta directamente a aproximadamente a 1.000 millones de personas. Actualmente y gracias a su propia empresa, Aquaer, el agua conseguida por el invento de Veiga ya está siendo entregada a regiones de Namibia.
En general, el proceso es sencillo, la maquinaria aprovecha la electricidad que generan para enfriar el aire hasta llegar al punto de poder condensarla en agua. La máquina de Veiga puede soportar una humedad entre el 10% y el 15%.
Nhat Vuong, un refugiado vietnamita que vivía en Suiza en ese entonces, fundó en 2017 una organización benéfica llamada Water Inception para poder llevar agua a quien más lo necesitaba, para lograrlo le compró una máquina al español y la llevó hasta el Líbano.
«En las aldeas de Namibia que visitamos, la gente quedó estupefacta, no entendían y preguntaban de dónde venía el agua. Nuestra idea no es solo hacer un dispositivo que fuese efectivo, sino también hacer que sea útil para las personas que tienen que caminar kilómetros para traer agua o hacer pozos», dijo Veiga.
El siguiente objetivo para tener métodos más sostenibles es desarrollar paneles solares para disminuir el uso de suministros eléctricos.
Hasta el momento, ninguna empresa privada ha invertido en la máquina de Veiga, sin embargo, el interés de la población mundial la ha recibido muy bien al darse cuenta de lo bien que puede irle al medio ambiente.
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