Le querían quitar su espacio en la ventana.
Quienes son viajeros regulares conocen bien todos los infortunios que pueden suceder durante un vuelo. Y es que cuando juntas a un montón de gente en un espacio reducido por varias horas, inevitablemente algo saldrá mal, o por lo menos, ocurrirá algo incómodo con algún pasajero.
Curiosamente, muchas personas creen que deberían recibir un trato especial por parte de las aerolíneas por el simple hecho de existir. Y son capaces de armar un teatro a bordo con el fin de conseguir algo que no les corresponde; esto hace que el resto de pasajeros terminen con un mal sabor de boca. Pero cabe destacar que todas las personas merecen el mismo respeto y trato sin importar quienes sean, y es su derecho recibir el servicio por el que pagaron sin querer pasar por encima de terceros. Sin embargo, hay quienes esperan más y pretenden obligar a los otros a complacerlos; por suerte, los demás no ceden.
Los protagonistas de esta historia son un joven, una madre y su hija. El problema: un asiento.
A través de la red social Reddit, un joven relató el martirio que vivió luego de que una mujer le pidiera cambiar de asientos porque quería estar sentada a un lado de su hija. El pequeño detalle es que el joven tenía el asiento de la ventana mientras que la mujer estaba en el asiento de en medio.
Mencionó que se encontraba en un vuelo bastante largo con destino a Japón. Había abordado y se había puesto muy cómodo en su asiento, el cual había reservado con mucha anticipación porque quería disfrutar del paisaje a través de la ventana. De pronto, una mujer en la fila detrás de la suya lo interrumpió para hacerle una peculiar solicitud. Le dijo que quería intercambiar su asiento para que ella pudiera quedar sentada junto a su hija.
Esto le molestó al joven quien inmediatamente dijo que no. Pero la respuesta negativa molestó mucho más a la mujer, quien armó tremendo escándalo.
«Ella me pidió solo a mí que cambiara con ella para poder tener mi asiento junto a la ventana (al lado de su hija) y yo tomaría su asiento del medio una fila atrás» escribió el afectado.
Y es que, seguramente la mujer compró los boletos demasiado tarde por lo que no pudo hacer que todas las personas quedaran en asientos consecutivos. Sabemos que es un poco triste no poder sentarse junto al compañero de viaje, pero este hecho no es problema de la aerolínea, sino que está sujeto a la disponibilidad de espacios, y esto no es un secreto para nadie. El otro pequeño problema es que quizás, la mujer deseaba tener el asiento junto a la ventana mucho más que junto a su hija pues pudo haberle pedido a la persona del asiento del pasillo cambiar lugares pero no lo hizo.
«No es mi problema que no hayan reservado juntos. Lo peor es que estábamos rodeados por otros de su grupo turístico, y hasta podría haber pedido un intercambio de tres lugares», expresó.
El joven sintió que no era justo para él ceder su asiento cuando había tomado las precauciones para estar precisamente donde él quería. La mujer insistió pero dejar la ventana no era una opción así que respondió tajantemente que no. Al ver esto, la mujer hizo su berrinche como la Karen que es, se molestó bastante pero aún así, al final no obtuvo lo que quería.
«Lo hubiera pensado antes y aclarado al operador turístico, en lugar de preguntarme solo a mí y esperar un trato preferencial de mi parte» añadió.
Los comentarios de otros usuarios no se hicieron esperar y como casi siempre sucede, estuvieron divididos. Algunos reprocharon al joven por no haber sido más considerado y amable con la mujer; dijeron que no tenía nada de malo ceder su asiento pues era una madre preocupada por su hija. Sin embargo, otros lo apoyaron y aplaudieron por haberse mantenido firme. Le dieron la razón pues la mujer no estaba en posición de exigir un trato especial por parte de otro pasajero y que si había sido irresponsable para no reservar todos los asientos juntos no era culpa de nadie mas que de ella.
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