Mauricio Ossola, joven argentino de 23 años y abogado, decidió casarse con su tía abuela de 91 años. El hecho ocurrió en el año 2015, en abril del siguiente año Yolanda, su esposa legal, falleció. Desde ese momento, Mauricio comenzó con los trámites para reclamar la pensión que cobraba Yolanda, quien era docente jubilada.
Mauricio Ossola y Yolanda Torres se casaron en “un discreto matrimonio civil”, que según el joven abogado, fue decisión de ambos, un completo acto de amor y legitimidad. Ossola vivía en una casa de la localidad de Tres Cerritos (Argentina) junto a su madre, hermano, abuela y una hermana de ella; Yolanda, con quien se casó. El joven aseguró que su esposa fue un sostén importante en su vida, incluso antes de casarse.
Mientras Mauricio estudiaba en la universidad, el dinero en casa no alcanzaba, por lo que él estuvo dispuesto a abandonar sus estudios, pero Yolanda fue quien le insistió que no lo hiciera y le ofreció ayuda económica. Al pasar un tiempo, el sobrino nieto le propuso matrimonio a la mujer, finalmente se casaron muy íntimamente. Fue algo tan privado que ni vecinos ni familiares se enteraron de la unión entre ambos.
Y, precisamente ese fue el motivo para que el organismo encargado de gestionar los trámites de la solicitud de Mauricio, se negara a aprobarla. «Mientras nadie tenga conocimiento de dicho casamiento, ni haya ninguna prueba, no podemos proceder a la petición del enviudo». afirmó el área de Asesoría Jurídica del organismo. Desde entonces, el joven abogado se ha encargado de seguir con su petición, asegurando: “Si tengo que ir hasta la Corte Suprema lo haré, porque el rechazo a mi petición es infundado y no traicionaré la última voluntad de Yolanda ni el juramento que le hice”.
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