En el interior del lago Atitlán, en Guatemala, arqueólogos afirman haber encontrado una antigua ciudad sumergida.
Tras más de 20 años, investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH) con ayuda de arqueólogos internacionales, afirman haber encontrado restos de asentamientos mayas al interior de un antiguo volcán en Guatemala.
Este sitio es conocido como el lago de Atitlán, que se traduce del náhuatl como «lugar del agua». Las investigaciones fueron realizadas con tecnología no invasiva en el entorno del volcán y revelan diversas edificaciones (templos, plazas y casas) dentro de la profundidad de la caldera.
Los arqueólogos subacuáticos han realizado un modelo digital a parir de datos recabados. El lugar mide entre 200 y 300 metros de superficie y por esto se le ha apodado como «La Atlántida de Centroamérica», de acuerdo a los especialistas.
Esta investigación se llevó a cabo junto el apoyo de científicos de Francia, Bélgica, España, Argentina y Guatemala, además de la colaboración de la comunidad de Santiago Atitlán que apoyó para conservar y entrar con respeto a este lugar.
En la zona existe una enorme riqueza de flora y fauna, por lo que preservarla era primordial para los lugareños y organismos internacionales. El lago tiene una profundidad de 340 metros, lo que lo coloca como el cuerpo de agua más hondo de Centroamérica.
Junto con especialistas de México, Francia, Guatemala, Bélgica, España y Argentina, el INAH colabora en la exploración de una ciudad maya sumergida en el lago Atitlán, en Guatemala. 🇬🇹🤿
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— INAHmx (@INAHmx) April 3, 2022
Científicos involucrados pretenden que este descubrimiento sea público, pero para preservar el lugar se ha creado un paseo virtual para poder democratizarlo.
«La misión permitió sentar las bases para recomendar la creación de un centro cultural donde la gente conozca y recorra el sitio a través de reconstrucciones digitales», se lee en un comunicado emitido.
El Gobierno de Guatemala ha comentado que se recuperaron objetos cerámicos y líticos del lago de Atitlán. Este asentamiento data del periodo Preclásico Tardío Maya (400 d.C. al 250 d.C.) gracias las referencias que existen en las edificaciones.