Hace medio siglo, en la ciudad de Nueva York seis policías hicieron una redada en un bar de ambiente gay. Nadie sospechaba las consecuencias y la chispa que encendió las acciones de ese día. Transformaría la vida de todas las generaciones futuras.
En la actualidad, la sociedad ha evolucionado con el paso de los años. Ahora, las mentes son más abiertas y se busca que las acciones sean motivadas desde la aceptación y el respeto. Sin embargo, aún en estos años siguen sucediendo eventos que nos duelen en el corazón.
Entre 1965 y 2015, en México se registraron más de 1310 asesinat0s por odio en 29 entidades del país. En Abril de 2017 el gobierno de Chechenia organizó una cacería de personas, más de 100 individuos fueron arrestados por las autoridades de la república rusa. En agosto 8 de 2013, en Sverdlovsk, Rusia, un joven fue tomado por un grupo de neonazis que decidieron golpearlo, vi0larlo y torturarlo hasta su muert3, la razón en todos estos casos de crímenes de odio fue la preferencia sexual.
La madrugada del 28 de junio de 1969 en New York, en el bar conocido como Stonewall Inn que era frecuentado por la comunidad LGBTQ+ se llevó a cabo un terrible caso de brutalidad policiaca.
Esto llevó a que por primera vez en la historia de Estados Unidos la comunidad gay se unieran para luchar en contra de un gobierno que los perseguía, amenazaba, atormentaba y mataba.
En esa época se llevaba a cabo una cacería en contra de cualquier persona que no fuera blanca y heterosexual. Este tipo de actos era lo normal en Estados Unidos y no había manera de defenderte de las autoridades. Por lo mismo, lo sucedido en el bar fue un momento histórico, porque las personas dentro se opusieron a ser arrestadas, se resistieron y rebelaron en contra de la policía, algo nada común.
La activista Marsha P. Johnson es vista como una heroína de Stonewall por enfrentarse a la policía esa noche.
El procedimiento normal era poner en fila a los clientes, revisar si portaban una identificación y llevar a aquellos que fueran vestidos de mujer al baño para comprobar su sexo, por consiguiente arrestar a cualquier hombre vestido de mujer. Sin embargo, todos aquellos vestidos de mujer se negaron a las órdenes policiales de ir al baño y se negaron a mostrar su identificación.
Conforme pasaron las horas la tensión fue aumentando desembocando en protestas por parte de los clientes del lugar, por primera vez, la comunidad mostraba estar unida y enojada con los tratos que recibían.
Con el pasar de las semanas, algunos activistas lograron organizarse para reunir cómplices y exigir al gobierno la libertad de manifestar abiertamente su orientación sexual a los gays y lesbianas sin temor de ser perseguidos, hostigados o as3sinados.
Los disturbios que sucedieron la noche del 28 de junio de 1969 en el bar sirvieron para que se hiciera un frente de índole generacional, de clase y género para formar una comunidad cohesionada.
Seis meses después la cantidad de personas que salían a la calle a protestar iba en aumento. Todos se unieron para exigir derechos humanos, listos para la confrontación contra el gobierno y la homofobia. Los siguientes años fueron claves para la comunidad LGBTQ+ a nivel internacional y fue un verdadero parteaguas ver tanta gente unida luchando por algo que se mantuvo por debajo de la mesa durante siglos.
El 28 de junio de 1970 fueron las primeras marchas del orgullo LGBT+ en New York y Los Ángeles que conmemoraban y recordaban la lucha de los disturbios de Stonewall. Conforme pasaron los años muchas ciudades se fueron uniendo y celebrando los derechos de la comunidad hasta lograr ser un evento mundial.
Desde ese entonces la mentalidad de muchos ha cambiado, parece que ahora vivimos en un mundo más inclusivo y que la homofobia ha dejado de existir. Sin embargo, la discriminacion, los crimenes de odio por tu orientación o preferencia sexual siguen sucediendo, pareciera que algunos lugares siguen atrapados en el tiempo. Por esto mismo las marchas del orgullo LGBTQ+ siguen sucediendo.
Los homosexuales, lesbianas, bisexuales, transexuales, transgénero, travestis, intersexuales, queers y asexuales exigen exactamente lo mismo que piden los hombres y mujeres heterosuxales. Piden que el trato hacia ellos sea igualitario, que tengan las mismas posibilidades de trabajo, estudio y servicios médicos, exigen que puedan caminar libres por las calles de cualquier ciudad del mundo, que no sean acosados, golpeados, asesinados por el simplemente hecho de amar a otra o tener una identidad de género distinta.
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