Dentro de todo el reino animal, el colibrí es la única ave que puede volar en todas direcciones. En América Latina hay 47 especies.
Nir sapir, un biólogo evolutivo e investigador de la Universidad de Haifa, paso varios meses observando colibríes sentado en el balcón de su casa y descubrió que tenían la capacidad de volar en varias direcciones. Además, la velocidad de bueno en estos animales tan pequeños llamó su atención.
A partir de esto, en conjunto con Robert Dudley, de la Universidad de California, realizó un trabajo de investigación con el apoyo de Berkeley. Este estudio, enfocado en el vuelo de los colibríes, fue realizado con la ayuda de cámaras de alta velocidad y medidores de consumo de oxígeno.
Arriba, abajo, adelante y hacia atrás. Un vuelo en todas las direcciones posibles.
Para el estudio, se usaron 5 colibríes en cautiverio. Eran de la especie Calypte anna, que se caracteriza por tener la cabeza roja, y se consideró su vuelo mientras se alimentaban uno a uno de azúcar mientras que el equipo activaba un túnel de viento. De esta forma, podían controlar y manipular la intensidad de la brisa artificial, y observaron el comportamiento de los animales.
Descubrieron se trataban de unas aves sumamente intuitivas, pues dependiendo de la fuerza y dirección de aire utilizaban diferentes técnicas de vuelo.
El movimiento fue registrado por las cámaras al mismo tiempo que se midió el consumo de oxigeno de los colibríes, su postura y el plano de inclinación de sus alas. Este último factor fue el determinante de la investigación ya que concluyeron que estos pájaros tienen la capacidad de ir hacia adelante, hacia atrás, hacia arriba, hacia abajo o permanecer en el mismo lugar.
Los colibríes usan mucha energía para volar
De acuerdo con Sapir, el descubrimiento más importante del estudio fue que volar de reversa consume una cantidad similar de energía que el vuelo normal. Además, con los registros de las cámaras de movimiento, entendieron que ambas actividades son más eficientes que permanecer en un mismo sitio.
Al observarlos, se dieron cuenta de que vuelan hacia atrás cuando se retiran de alguna flor que usaron como fuente de néctar. Para entonces, no existía mucha investigación con respecto al vuelo de los colibríes, como dice Sapir:
“Observé a los colibríes en un comedero en mi balcón y vi que volaban hacia atrás en forma frecuente. Esto me sorprendió mucho teniendo en cuenta que vuelan hacia atrás todo el tiempo, así que decidí estudiar cómo lo logran y qué consecuencias tiene este tipo de vuelo en su metabolismo”.
Esto explica por qué estos pájaros tan pequeños buscan flores para alimentarse cada dos minutos. Al parecer, requieren de un boost de energía importante, porque se tienen que recuperar del gasto tan importante para sus cuerpos.
Además, resultó ser que la resistencia que imponen al aire es ligeramente mayor con respecto al vuelo hacia adelante. Esto, de acuerdo con Sapir, corresponde a que la velocidad disminuye cuando se dirigen hacia atrás. Los hallazgos completos fueron publicados en la revista científica Journal of Experimental Biology.
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