“No es un trabajo fácil. Di todo lo que quieras sobre mí, pero me siento como la madre más afortunada del mundo”
Tenemos que estar de acuerdo en que en la actualidad las cosas han cambiado bastante, y que la sociedad y la economía se mueven de manera diferente que a principios de la década pasada. Tomemos como ejemplo el home office o los influencers; el salir a trabajar todos los días a una oficina ya no es necesario por que muchas de las actividades pueden ser realizadas en casa. Esto era casi imposible de imaginar en los 2000.
Por esto mismo, muchos se han arriesgado a dejar sus empleos tradicionales para apostar a estas nuevas modalidades, que si bien muchas tienen un futuro incierto, se plantean más exitosas que otras alternativas.
En algunos casos esta puede ser la mejor decisión, como el caso de Lucy Banks.
Banks es una joven madre de 31 años de edad que vive en Perth, Australia. Ella tomó la decisión de renunciar a su trabajo como corporativo para dedicarse a crear contenido de carácter íntimo en la plataforma de OF. Ahí, sus suscriptores le pagan para que siga publicando fotos y videos de ella. Este trabajo se volvió muy popular en la pandemia y como en el caso de Lucy, esta fue una alternativa muy bien remunerada.
Gracias a su nueva profesión como modelo, Banks ahora gana más de mil dólares al día, más de 30 mil dólares al mes. Ahora tiene más tiempo para dedicarle a sus hijos mientras que en su antiguo trabajo como banquera debía trabajar unas 60 horas a la semana y ganando 3 veces menos.
“Es la mejor decisión que he tomado. Me brinda total flexibilidad y libertad para estar allí para mis hijos, gano mucho más dinero que en mi trabajo corporativo y mis niveles de estrés son mínimos”, expresó Banks, en conversación con Daily Mail.
Pero esta nueva profesión no es tan maravillosa como todos piensan. Esto ha provocado que Banks reciba comentarios llenos de hate, aunque al final ella afirma que solo le importa apoyar a su familia: “Recibo muchas críticas, pero vale la pena estar completamente presente en la infancia de mis hijos, poder cuidar a mi padre y comprar una casa y prometerles a mis hijos que nunca más nos desconectarán la luz”, dijo.
“Trabajo tan duro; no es un trabajo fácil. Para ser honesta, la parte más difícil es tratar de existir en la sociedad entre la calumnia y el juicio de la gente. Di todo lo que quieras sobre mí, pero me siento como la madre más afortunada del mundo“, añadió.
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