Maestra da zapatos a su alumno y él se los regala a su mamá porque «ella los necesitaba más»

En la sociedad actual en la que vivimos, lamentablemente no todos nacemos con las mismas posibilidades que otros. Lo que para algunas personas pueden ser cosas insignificantes, para quienes padecen de carencias pueden ser completos lujos. Hoy en día vemos como algunos niños, por no decir en su mayoría, asisten al colegio sin haber desayunado, sin llevar todos los materiales requeridos para llevar a cabo las actividades y en algunos casos hasta con zapatos rotos.

Como es la conmovedora historia que protagonizó esta maestra argentina con uno de sus alumnos.

Aquí podemos ver que cuando ejerces tu profesión con entrega total y dedicación la vida, el universo te presenta y enseña de la mejor manera posible que, solo dando es cuando más obtienes.

Valeria Juri, de 52 años de edad, es una docente que al percatarse de que uno de sus alumnos de tan solo 13 de edad llamado Ciro, asistió a clases con unos zapatos rotos, al día siguiente sin preguntarle a nadie ni esperar más tiempo le entregó unos zapatos nuevos al pequeño

Lo que esta maestra de la escuela Tierra de Huarpes, ubicada en la provincia de Mendoza no se esperaba era el gesto tan noble que tendría Ciro más adelante, pues este niño le dio una lección de vida inquebrantable.

«Al día siguiente yo iba con toda la ilusión de ver a Ciro usando sus zapatos nuevos, pero mi sorpresa fue verlo usar los mismos zapatos rotos que llevaba el día anterior por lo que decidí confrontarlo y su respuesta fue un bálsamo para mi corazón».

Ciro vive con su papá, sus hermanos y su madrastra.

Esta familia numerosa vive de trabajos temporales que consigue su papá y les alcanza a duras penas para comer, ya que sus ingresos son muy pocos. Pero a pesar de esta precaria situación, Ciro asiste todos los días a sus clases. Siempre con una actitud increíble, dispuesto a ayudar a sus compañeros. Es un niño comprometido y uno de los mejores de la clase.

«Le pregunté por qué llevaba los mismos zapatos rotos y me respondió con una sonrisa en su rostro que se los había regalado a su mamá porque ella los necesitaba más que él. A esto me refiero cuando les digo que yo cada día soy quien aprende algo nuevo de cada uno de estos niños, su madrastra trabaja en la calle vendiendo dulces y debe caminar varios kilómetros para poder llevar algo de comer a su casa, por eso Ciro decidió regarle los zapatos que yo le regale a él a su mamá»

Sin duda son estas historias las que nos demuestran que necesitamos a más personas como esta maestra dedicada y como este niño desprendido de las cosas materiales para de esta manera poder avanzar como sociedad

Escuela Tierra de Huarpes, en Argentina (Foto: TN)

 

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