En el Zoológico Nacional Smithsoniano ocurrió un milagro cuando Calaya, la gorila, pudo traer a un bebé al mundo.
Todo el mundo celebra el nacimiento de Moke, cuya especie se encuentra en peligro de extinción. Pero sin duda, la más feliz con este acontecimiento es su madre, Calaya y su padre Baraka. Los nuevos padres no dejaron de dar besos y abrazos a su pequeño recién nacido.
La razón de tanto alboroto es porque este nacimiento es un verdadero milagro. La especie Gorilla gorilla, comunmente conocido como gorila occidental de la llanura se encuentra en peligro crítico de extinción. Las principales causas son la caza furtiva, la pérdida de hábitat y problemas de salud.
Además, la joven gorila había tenido muchas dificultades para concebir. Es por eso que cuando finalmente tuvo a su hijo en sus brazos, no podía dejar de darle muestras de cariño.
El hermoso acontecimiento tuvo lugar en el Zoológico Nacional Smithsoniano, Washington D. C., Estados Unidos. Tras más 9 años de no haber tenido una cría de gorila en el recinto, finalmente le dieron la bienvenida a Moke. Todo fue gracias a los esfuerzos de biólogos, médicos veterinarios y cuidadores, que hicieron hasta lo imposible para que Calaya quedara embarazada.
Por supuesto también la cuidaron muchísimo durante toda la gestación para que el pequeño gorila naciera sano y se pudiera preservar la especie. Y al parecer, los padres de Moke sabían de estas dificultades pues cuando vieron a su bebé, lo abrazaron y besaron.
Afortunadamente este momento quedó captado en video y fue compartido en YouTube por el mismo zoológico. Cabe mencionar que las imágenes del nacimiento pueden ser no aptas para los más sensibles. Sin embargo, lo que ocurrió a continuación es totalmente enternecedor pues la gorila no esperó para darle un beso a su recién nacido.
Así, Calaya, de 15 años, demostró de inmediato que será una madre muy cariñosa. Pero también nos dio una gran lección a nosotros los humanos ya que probó que no por ser un animal carece de sentimientos. Al contrario, tiene la capacidad de sentir amor maternal y hasta cariño por seres de otras especies, como los humanos.
Ahora, Moke, cuyo nombre significa «pequeño» en lengua Lingala, será muy feliz junto a sus padres, que sin duda cuidarán de él como el tesoro que es.
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