Una historia de amor que ha superado los problemas de salud y financieros. Su casa representa los pasos que dieron para poder vivir felices.
Jaimie y Dave Hinckle son un matrimonio estadounidense. Tras de años viviendo juntos, y hartos de vivir con las deudas a tope, tomaron una decisión que marcaría un antes y un después en su vida: vender su hogar para liquidar los préstamos.
Claro, al hacerlo, quedó la necesidad de buscar un nuevo lugar para vivir. Para esto, eligieron comprar un pequeño terreno de dos hectáreas y construir la casa de sus sueños ellos mismos.
Esta casa es el fruto de su trabajo y esfuerzo. Jaimie y Dave se encargaron de diseñar todo conforme a sus necesidades y deseos. El resultado fue una casa minimalista pero hermosa.
Para los Hinckle, el objetivo era vivir por fin libres de deudas. Su antigua casa estaba sujeta a una hipoteca y antes de eso habían rentado su casa. Necesitaban olvidarse del estrés que conllevan los pagos mensuales.
Pero por fin, después de 5 largos años de trabajo duro, el matrimonio logró terminar su nuevo hogar y llenarlo de color, belleza y amor. Se puede decir que sentían una gran satisfacción al ver su resultado.
A principios de 2010 la pareja empezó a planear este proyecto, principalmente por temor a su futuro. Si bien tenían una casa grande, lo que no tenían era tiempo libre y capacidad de ahorro. Terminaban gastando una pequeña fortuna en la hipoteca.
Su hogar actual tiene un espacio habitable de 37 metros cuadrados. Aunque para muchos esto parece un lugar algo ajustado, es suficiente para dos personas y el matrimonio afirma que los ha ayudado a apreciar lo que importa en su vida.
En 2014 vendieron su casa en Vancouver y usaron parte del dinero para pagar lo que quedaba de la hipoteca. Tomaron lo que sobró y compraron un pequeño terreno en Katama, Washington.
Esto fue el inicio de su gran aventura para conseguir su nuevo hogar. Negociaron con el ayuntamiento para conectar su nueva propiedad con la red eléctrica y de agua, posteriormente obtuvieron su permiso de ocupación. Fue en junio de 2015 que comenzaron a construir.
A pesar de que esperaban que fuera un proceso difícil, lo que venía a continuación nunca se lo imaginaron.
Mientras estaba en su nueva propiedad, Dave colapsó inesperadamente. Fue llevado a urgencias al hospital por vía aérea y estuvo en la unidad de Cuidados Intensivos por cinco días.
Ahí descubrieron que sufrió una fuerte hemorragia debido a un accidente cerebrovascular. Durante su estancia en el hospital apenas podía hablar. Sin embargo, la idea de construir su casa junto a su mujer lo mantenía fuerte.
Cuando salió del hospital consiguió un terapeuta que diseñó toda una rutina de terapia basada en el entorno en construcción de su vivienda.
Tras el incidente, Dave quedó inmovilizado del lado derecho de su cuerpo. El proceso de construcción de la terraza del segundo piso fue parte de su rehabilitación y sirvió para que tuviera un motivo para seguir.
Gracias a sus sesiones, Dave pasó de no poder sostener un martillo a recuperar más del 85% de la funcionalidad de su lado inmovilizado. Poco a poco, su destreza y sensibilidad regresaron.
Para abril del 2016 la pareja terminó su nueva casa. Está formada por 2 contenedores de carga apilados. En la primera planta se encuentra la cocina, sala de estar, baño y hasta un espacio de almacenamiento.
Una escalera da acceso al segundo piso, donde se encuentra el dormitorio y un amplio balcón.
En total invirtieron 70 mil dólares en la construcción de la casa y 65 mil en la compra del terreno.
Aunque gastaron más de lo que era su presupuesto original, pues enfrentaron gastos adicionales en la impermeabilización y aislamiento térmico, finalmente están libres de deudas y son dueños de su hogar.
Si quieres saber más de su casa, puedes visitar su Instagram o llegas a hospedarte en ella por Airbnb.
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