La actriz habló sobre la presión maltratos a los que su madre la sometía. Estaba obsesionada en convertirla en estrella.
El año 2007 fue cuando Jennette McCurdy se convirtió en una estrella cuando co-protagonizó ‘iCarly’ junto a Miranda Cosgrove, Nathan Kress y Jerry Trainor. La serie comenzó a transmitirse por Nickelodeon y estuvo por más de 5 años al aire, teniendo un éxito medianamente grande.
Sin embargo, a pesar de estar presente en muchísimas alfombrar rojas, o naranjas por el canal, pocos imaginaban que Jennette estaba pasando por uno de lo peores momentos de su vida. Tras la finalización del show, en 2012, la actriz pasó a protagonizar la serie ‘Sam & Cat‘ donde compartía pantalla con Ariana Grande. Esta serie solo tuvo una temporada.
Cuando esta serie terminó, coincidió con el fallecimiento de la mamá de McCurdy y también con su retiro las producciones de Nickelodeon. Jennete estuvo activa en el mundo de la actuación desde sus 6 años, saliendo incluso en show como ‘Malcom in the Middle‘.
Debra McCurdy, su madre, estaba totalmente obsesionada con convertir a su hija en una estrella infantil, y también aprovechar el talento de Jennette para llevarla al estilo de vida que ella siempre había soñado. La propia actriz ha revelado que sus ingresos se convirtieron en la principal fuente de ingresos de su familia.
Recientemente todo esto se supo gracias a un ‘polémico’ libro que escribió y publicó McCurdy. En el escrito cuenta, a manera de biografía, como su madre la obligó a seguir una dieta estricta para controlar su peso. Incluso la hacía subir a una báscula cinco veces al día.
Sus abusos fueron mucho más allá, pues Debra también obligaba a su hija a teñirse las pestañas y tratar de ocultarle los senos para no perder los papeles infantiles. Todos veíamos ‘iCarly‘ felizmente mientras la actriz vivía una serie de abusos que la mantenían en una depresión severa. La muerte de de su madre supuso un gran alivio para ella.
«Me alegro que mamá muriera»
No fue hasta el 2020, cuando Jennette se abrió públicamente con su madre. Fue en una conferencia que confesó a reporteros y seguidores que había estado en tratamiento psicológico en los últimos años y detallo alguno de los momentos más crudos que vivió gracias a la obsesión de su madre, revelando que en realidad nunca quiso ser actriz, de hecho, fue esto que la hizo negar de interpretar a Sam Puckett en el regreso de ‘iCarly‘.
Ahora, con una determinación y mejoras en su estabilidad mental, Jennette lanzara su libro «Me Alegro de que Mamá Muriera», una autobiografía donde habla de todo lo que lo que le toleró a Debra, quien controlaba todo lo que tenía que ver con ella, desde su vida personal, profesional y hasta su sexualidad.
En una parte de esta biografía comparte que su madre le llegaba a revisar los genitales con tal de saber si había tenido relaciones. Aunado a esto leía sus mails, diarios y fue ella quien la bañó hasta sus 16 años.
Este maltrato ocasionó que Jennette desarrollara un trastorno obsesivo-compulsivo y que posteriormente derivara en anorexia y bulimia. La actriz incluso perdió un par de dientes por su mala alimentación e inducirse el vómito.
«Con su muerte, murieron muchas de sus ideas para mi vida. La actuación fue su propio viaje y uno difícil para mí, con seguridad», dijo McCurdy. «Fue importante para mí explorar el abuso emocional y psicológico que soporté durante mi tiempo como actriz joven. Siento que no lo hice. No tuve las herramientas, el lenguaje o el apoyo necesarios para hablar por mí misma en ese entonces», sentencia.