Mexicana creó plástico con cáscara de naranja que se degrada en 90 días

La cáscara de naranja puede usarse para crear un bioplástico que tarda 90 días en reintegrarse a la tierra de manera natural y es esta tecnología que una mexicana se prepara para ofrecer a la sociedad como alternativa al plástico común que conocemos.

A través de una investigación, esta estudiante encontró que cerca del 40 al 60% de la materia prima que usan las empresas productoras de jugo termina desperdiciándose y llegando a la basura. Incluso estas empresas pagan a personas para que se lleven este material sobrante.

Durante la edición del Global Student Entrepreneur Awards (GSEA) del 2018, Giselle Mendoza participó con su proyecto de bioplásticos con cáscara de naranja. En esta ocasión la mexicana obtuvo el primer lugar. Gracias a su idea logró recibir el premio que le permitió impulsar su empresa llamada «GECO Technologies«, la cual está totalmente enfocada a la implementación de este nuevo tipo de plástico.

«Estamos trabajando en el desarrollo de un bioplástico elaborado a partir del residuo de la naranja, de la cáscara y el bagazo, el cual es 100% biodegradable en aproximadamente 90 días y con potencial de aplicaciones en la industria biomédica, envasado y embalaje, alimentos y agricultura», compartió en una entrevista a Forbes.

México es uno de los países que de Latinoamérica que más botellas de plástico consume. Es por eso que el objetivo de Giselle y su empresa es llegar a ser el sustituto de estos envases de Polietileno Tereftalato (PET) para que su desecho no dañe más el medio ambiente.

«La meta en el mediano plazo es construir una planta para producir bioplástico con base a cáscara de naranja. Adelantó que tienen en puerta cerrar una ronda de inversión que les permita concluir el desarrollo y ver hacia un escalamiento industrial y salir al mercado con esta tecnología» de acuerdo a una entrevista de Milenio Noticias.

No te olvides de compartir esta nota para que se conozca el trabajo de esta mexicana y que su idea pueda revolucionar la necesidad de utilizar plástico convencional.