Lamentablemente en esta vida no todas las personas y familias nacen con las mismas posibilidades, tal vez lo que para algunos sean cosas insignificantes para otras personas resulte ser algo indispensable para el buen funcionamiento de su hogar. Producto de la pandemia del Covid-19 muchas personas se vieron tan afectadas que hoy en día se están viendo las consecuencias, ya que estamos rodeados de una nueva generación que les toco aprender en casa sin tener ningún tipo de guía o instrucción y es por eso que vemos como jóvenes de 6to grado aun no sabe leer o realizar operaciones matemáticas sin complicaciones.
Esta es la historia de Ramón Moreno, un joven de 13 años de edad que aun no sabe leer y que a pesar de su corta edad le ha tocado ser uno de los pilares de su hogar para poder llevar el pan del día a día y de esa manera ayudar a sus padrea y hermanos.
“Mi sueño es aprender a leer, yo quiero estudiar. Algunas personas ven mis cuadernos y ven mi letra allí pero realmente yo lo que hago es copiar todo del pizarrón sin entender muy bien lo que hago”, comentó el pequeño quien vive en el barrio Industrial de Las Lomitas, en Formosa.
Sin duda este es el rostro de una generación que desgraciadamente está creciendo siendo víctima de un sistema educativo carente de empatía y de amor por su profesión, ya que vemos como simplemente las maestras deciden hacer caso omiso a las deficiencias que presentan los alumnos y deciden pasarlos de grado, que sean las nuevas maestras quienes tomen cartas en el asunto y de esta manera vemos casos que el de Ramón, que a pesar de estar en 6to grado aun no sabe leer o realizar problemas matemáticos sencillos.
“Cuando las maestras no pueden resolver las deficiencias de mis niños simplemente me hacen llamar de la dirección y me culpan de sus fallas porque aseguran que debemos ser nosotros, sus padres quienes los enseñemos aquí, desde casa”. Comentó su mamá, Yesica Rojas. Quien tuvo que dejar la escuela en 3er grado para ponerse a vender panes en la calle.
No hay dudas de que tanto Ramón como sus hermanos nacieron rodeados de muchas necesidades y carencias, es por esta razón que desde muy temprana edad les ha tocado ejercer las labores de cualquier adulto y ayudar a su madre con las tareas de la casa.
“Él ahora que ya es un adolescente es el encargado de ir al monte y juntar las ramas para limpiar el horno, es quien carga las bolsas en la moto y las entrega casa por casa para ofrecerle a las personas algo para merendar a la hora del mate”.
Además de esto debe hacer la masa para los panes que más tarde su hermano mayor sale a repartir y a quien le regalan frutas o cualquier comida que les haya sobrado a sus vecinos.
“Mi mayor preocupación es cuando cae la noche y no tengo nada que darles para comer, ellos me piden comida porque tienen hambre y yo solamente comienzo a llorar porque sé que no tengo nada para darles más que un mate caliente”.
Caminos peligrosos e intransitables
Las fuertes lluvias lo único que nos traen es desesperanza y preocupaciones, ya que se hacen charcos gigantes de lodo que hacen imposible el acceso de motos y cualquier vehículo pequeño interrumpiendo así el cumplimento de cada una de las tareas diarias.
“Los niños no pueden asistir a la escuela porque nuestro unico medio de transporte es una moto vieja que no pasa por los enormes charcos de barro, Ramón antes tenía una bicicleta que era de mucha utilidad porque podía trasladarse con más facilidad pero desde que se le daño debe ir a clases caminando bajo el sol inclemente. Por eso es que él pide como regalo una nueva bicicleta, para poder ir a sus clases con regularidad”.
La comunidad ve como toda esta familia se esfuerza para poder salir adelante y por eso tratan de brindarle su apoyo regalándole ropa, comida y útiles escolares.
“Hay muchas mamás luchadoras y trabajadoras, pero todos vemos como Yesi se esfuerza para que sus hijos puedan surgir, estudiar y llegar a ser lo que ella tanto soñó y no pudo. Por eso todos tratamos de brindarle una ayuda pero realmente es muy poco lo que podemos darles, esta familia tan numerosa vive y duermen todos en un mismo cuarto, su baño no tiene techo y vemos como se mojan cuando llueve porque los techos se vuelan con los vientos tan fuertes, es muy triste verlos luchar y sufrir tanto”.
Con respecto a su futuro, Ramón tiene muy claro lo que quiere llegar a ser.
“Cuando yo sea grande quiero ser militar o policía, quiero poder ayudar a las personas, brindarles protección y seguridad”.
No olvides compartir esta publicación y déjanos tu comentario para esta familia que a pesar de vivir con tantas carencias se mantienen juntos, luchando para un mejor futuro y teniendo como único objetivo poder estudiar, aprender a leer y de esta manera poder más adelante ayudar a sus padres.
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