El catfishing es una actividad real y que desgraciadamente cada vez se vuelve más popular. Básicamente trata de una actividad romántica virtual con el único objetivo de estafar o extorsionar a las personas. Por medio de las redes sociales ese fraude cibernético ha cobrado miles de víctimas que han creído en las palabras de alguien detrás de una pantalla que les dice justo lo que quieren leer o escuchar.
Aunque en la mayoría de los países existen agencias y organismos encargados de regular estos crímenes, es complicado hacer justicia con todos los fraudes realizados. En Japón, un caso se convirtió en noticia nacional por la gran estafa realizada.
Una mujer de 40 años reportó a las autoridades de la prefectura de Shiga, Japón lo que le había sucedido. Resulta que por medio de Instagram conoció a un hombre que afirmaba ser un astronauta ruso a bordo de la Estación Espacial Internacional.
De hecho, usó la identidad de un verdadero astronauta que figura en la página oficial de JAXA (Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón). Ambos se conocieron en junio cuando él la siguió primero, ella compartía en su cuenta dibujos del espacio, por lo que eso les dio algo en común.
Por varios meses se enviaron mensajes, hasta que él le confesó su amor y le propuso matrimonio. Supuestamente, la idea era que se casaron cuando él llegara a Japón, pero justo ahí comienza el fraude.
Para que él pudiera regresar a la Tierra, el supuesto astronauta tenía que cubrir una cuota que claramente no tenía, porque era una mentira. Por eso, le pidió a la mujer que le enviara dinero.
Con tal de poder pagar las «tarifas de aterrizaje» y gastos de cohetes para volver a la Tierra, ella fue convencida y terminó por enviarle una cantidad de 4,4 mil yenes, equivalentes a más de 30 mil dólares.
Cuando el enamorado decidió pedirle más dinero después de los envíos que tuvieron lugar entre agosto y septiembre, ella comenzó a sospechar y fue ahí cuando contacto con la policía.
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