Tonya Meisenbach disfrutaba de su tarde de domingo cuando su esposo Donald la roció accidentalmente con un líquido acelerador de fuego cerca de la parrilla. Hasta el momento el se encarga de bañarla, limpiarla y curar sus heridas cada día.
Cuando se sufre algún tipo de accidente donde se implique un gran cambio físico es difícil superarlo; se ve comprometida tu salud física y emocional, ya que el cambio repentino afecta tu vida cotidiana y en definitiva nada vuelve a ser lo mismo. Pero Tonya, luego de sufrir grandes quemaduras en su rostro, superó el dolor para convertirlo en una fortaleza en su día a día.
Pero es hasta cierto punto confuso el cómo sucedieron las cosas. ¿Cómo una tarde tranquila de fin de semana pudo convertirse en una catástrofe?
Bueno, era un domingo sin nada especial, Tonya y su esposo habían decidido hacer una barbacoa en su patio trasero para darle fin a esa semana de trabajo. En Georgia, Estados Unidos todo era pacifico, pero pronto se desataría una pesadilla.
Ella fue por la carne para ponerla al fuego pero por coincidencia cuando se acercó a la parrilla para comenzar a preparar la comida, Donald utilizó un líquido acelerador del fuego. Fue un conjunto de acciones que desato el caos, porque por accidente el líquido bañó a Tonya justo en el momento que se acercó. En unos cuantos segundos Tonya estaba en llamas
Rápidamente Donald la llevo al hospital y su esposa paso los siguientes 6 meses postrada en una cama de la clínica donde sufrió diversas operaciones y entró en un coma que duró varias semanas.
“Cuando me desperté, pasé un mes tratando de orientarme trabajando con fisioterapeutas. Todos mis músculos se habían atrofiado. No podía caminar, no podía tragar. Ni siquiera podía moverme en la cama”.
El esposo de Tonya pasó los siguientes años sintiendo culpa por el terrible accidente, pero ella asegura que no siente rencor alguno hacia él. De hecho, declaró que lo ama y lo perdona. Su esposo desde aquel accidente se ha dedicado en cuerpo y alma a su mujer, convirtiéndose en su ángel de la guarda: la baña, limpia sus heridas, y la ayuda a moverse, siendo parte fundamental de las terapias de Tonya, sin duda alguna su amor es incondicional.
Ahora, más que lamentarse por el suceso, Tonya ha sabido surfear las olas de la adversidad y se convirtió en una influencer en Instagram. En su perfil @burnedbeauty18 ayuda a otras personas que han pasado por situaciones similares e incluso intenta recaudar fondos, ya que sabe lo costoso que puede salir un tratamiento para quemaduras.
De igual manera, ella ha encontrado en el maquillaje su propia terapia, declara que en un principio no quería ni tomar las brochas: “Mis ojos estaban hinchados y mi piel era de diferentes colores. El maquillaje no iba a arreglarlo. ¿Por qué me molestaría en maquillarme si no va a arreglar nada?“, comentó Tonya a The Sun.
Pero hoy en día muestra sus hermosos looks a sus seguidores en Instagram y los inspira a amarse como son.
Tonya todavía tiene un largo camino que recorrer, tiene programadas aun 15 o 20 operaciones para reconstruir su rostro pero ella y su esposo están listos para lo que sea que venga.
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