La esclavitud sigue siendo una situación actual y tal parece que está lejos de terminarse. En el mundo todavía existe gente que cree que tiene el derecho de tener a una persona como propiedad y de tratarla como un esclavo.
La historia de Madalena Giordano se volvió viral por ser uno de los casos más conocidos en Latinoamérica, tristemente es uno de los lugares del planeta en donde se sigue practicando la esclavitud. Giordano trabajó en condiciones muy parecidas a las de un esclavo por 38 años de su vida.
La familia que la tuvo encerrada se aprovechó de ella no tenía contrato de trabajo, ni un salario real, no tenía horarios fijos, ni días feriados o vacaciones.
Después de una demanda y cuestiones legales, la familia Rigueira ha sido obligada a devolverle todo lo que le negaron, recibió un departamento y un automóvil de 14 mil dólares.
Entre sus principales actividades dentro de la casa, la mujer planchaba, lavaba y hacía el aseo de toda la propiedad. No fue hasta que las autoridades comenzaron a investigar las condiciones inhumanas en las que trabajaba Madalena que pudo ser liberada de su martirio.
La corte brasileña dictaminó que su captor, Dalton Milagres Rigueira tendrá que pagarle 14 años de sueldo. Siete meses después de su liberación, el monto total es de 131,380 doláres de indemnización.
«Lo valoramos como una victoria. Porque, por un lado, la solicitud fue mucho mayor de lo que realmente se logró, por otro lado, sabemos que los juicios toman mucho tiempo y pueden durar años. Ella nos pidió que trabajáramos para completar este acuerdo», explicó Alexander da Silva Santos, abogado de Madalena.
Aunque puede hacer uso del departamento que se le dio como compensación, la mujer dice que planea venderlo y no habitarlo por toda la carga emocional. «No voy a vivir allí, porque tengo muchos malos recuerdos»
Desde que se dio a conocer su historia, el gobierno brasileño ha liberado a 15 personas en la misma situación que Madalena, quien hace poco pudo celebrar su primer año en libertad.
La playa fue el escenario ideal para sentirse plena y feliz después de tanto tiempo. «Hoy siento que estoy bien. Corazón limpio. Estoy en libertad. Soy libre»
¿Crees que lo que le dieron a a Madelena sea lo justo? ¿Los culpables debieron de ir a la cárcel? Comparte en los comentarios tu opinión.
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