Mujer Trans denuncia bar que le exigió pagar «Precio de Hombre». Su identificación era masculina

Las organizaciones y activistas que buscan la inclusión y asegurar los derechos humanos todavía siguen reportando casos donde la discriminaci0n ocurre sin más.

Este caso sucedió en un bar en Sao Paulo, Brasil, donde una mujer trans no fue tomada en cuenta para una promoción. Milena Augusta, de 37 años, reclamo ser víctima de la transfobia luego de que empleados del lugar le exigieron pagar el «precio para hombres».

En su identificación oficial aparece con sus datos de nacimiento, aunque ella dice que está en proceso de ser rectificada. Esta situación la expuso en sus redes sociales.

Esta mujer es originaria de Santos, actualmente vive en Italia con su esposo, sin embargo estaba de vacaciones en Brasil para pasar tiempo con su familia. Durante su estancia decidió pasar a un bar deportivo pero no esperaba esta desagradable situación.

Además de la visita anual a su familia, se presentó en su ciudad natal para iniciar el proceso de actualización de información de sus identificaciones para que aparezca como es actualmente.

El Problema

En el sitio al que acudió los hombres deben de pagar 30 reales, al rededor de 5 dólares para entras, mientras que las mujeres solo pagan 15 reales (2 dólares). Ella no sabía que iba a pagar como hombre hasta que llegó la cuenta:

«Ella dijo: ‘Vas a pagar 30 reales al final‘. Le pregunté por qué, ya que soy mujer; fue entonces cuando dijo que, en mi cédula decía que yo era un hombre y ella seguiría el documento», relató Milena.

«Dijo que vio a una mujer, incluso se disculpó, pero dijo que cargaría como si yo fuera un hombre”, dijo Milena, quien tuvo que pagar ese precio para no causarle un problema a sus amigo.» «No voy a mentir, me divertí mucho. Pero de vez en cuando mi mente volvía a lo que pasó», Comenta.

Después de hacer pública esta situación, el bar respondió diciendo: “Nos gustaría informarle que no distinguimos raza, color o género, sobre lo sucedido hicimos la encuesta y verificamos que el hecho fue inmediatamente corregido por nuestra empleada y se hizo una disculpa, su entrada se hizo a la cantidad de R $ 15,00 (mujer)» se leía en el mensaje del bar.

«Si se ha sentido ofendida por el hecho, le pedimos nuestras más sinceras disculpas y una vez más reiteramos que valoramos el respeto de todos», terminó el mensaje.

Sin embargo para Milena esto no es una disculpa sincera y que no eran suficientes «El mensaje es muy lindo, pero eso no es lo que sucedió. Sé por lo que pasé en este bar«. Milena dice que nunca volverá a ese establecimiento.

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