«Mi lugar es el equipo femenino» Nadadora trans se defiende contra deportistas que la acusan de ventaja

«No soy un hombre. Soy una mujer», declaró Lia Thomas tras las acusaciones de sus compañeras quienes aseguran que la nadadora tiene ventajas biológicas.

En Estados Unidos y el resto del mundo se ha generado un fuerte debate con respecto a la nadadora transgénero Lia Thomas. Durante muchos años ella se desempeñó en la categoría masculina pero no se sentía cómoda; ahora ingresó a la categoría femenil y sus compañeras no están conformes.

Muchas atletas se oponen al lugar que ocupa Lia en la clasificación femenina pues aseguran que tiene mucha ventaja debido a su biología naturalmente masculina.

Lia se convirtió en la «villana» así que decidió romper el silencio y defenderse, argumentando que se ha ganado su lugar como nadadora en el grupo femenil.

«No soy un hombre. Soy una mujer, así que pertenezco al equipo femenino. Las personas trans merecen el mismo respeto que cualquier otro atleta obtiene» declaró Thomas a Sports Illustrated.

La nadadora de 22 años de edad se convirtió en una figura muy controversial en la natación y el mundo deportivo en general. Alrededor de ella se creó el debate sobre si las mujeres trans deberían competir o no contra atletas biológicamente mujeres.

Lia comenzó a competir en el equipo masculino de natación de la Universidad de Pensilvania. Participó en tres temporadas pero no se sentía del todo cómoda pues se identificaba como mujer. Habló con su familia y amigos y decidió comenzar su transición; entonces se sometió a terapia de reemplazo hormonal.

Según las políticas de la National Collegiate Athletic Association (NCAA), Lia Thomas pudo unirse al equipo de natación femenino luego de llevar la terapia de reemplazo hormonal durante un año. Por lo que actualmente, su nivel de testosterona es muy bajo y no está incumpliendo con las reglas de la NCAA.

Sin embargo, sus compañeras decidieron escribir una carta formal exponiendo las razones por las que Lia no debería competir en dicho equipo.

«Biológicamente, Lia tiene una ventaja injusta sobre la competencia en la categoría femenina, como lo demuestran sus clasificaciones que han saltado del puesto 462 como hombre al número 1 como mujer».

Este es un fragmento de la carta que las atletas enviaron a la Universidad de Pensilvania y a la Ivy League. El debate está muy lejos de terminar pues se trata de un tema delicado con muchos matices a tomar en cuenta.

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