Las redes sociales se han convertido en un espacio donde puedes compartir tu emprendimiento y convertirte en toda una sensación, pero como en todo, existe el lado negativo, desde comentarios negativos hasta ciberbullying han llevado a muchas personas a cerrar sus cuentas y sus sueños.
El caso de Joaquín Nahuel, de 10 años, se volvió viral por su deseo de ser pastelero. El niño originario de La Plata, Argentina, publicó en su cuenta de Instagram un breve video donde explica que pese a todos los insultos que recibió por su aspecto físico en las diversas redes sociales, seguirá adelante con su negocio de pasteles.
Aunque es muy pequeño para dimensionar el alcance de esos comentarios o de su propia iniciativa, Joaquín reafirma su deseo de continuar su emprendimiento de repostería y vender todos los pasteles que haga.
«Hola, amigos. Estuve pensando lo que pasó en Twitter y decidí que voy a seguir, que no voy a dejar que nada ni nadie frustre mis sueño y que voy a darle pa’ delante», dijo en su video de Instagram.
Su madre tratando de protegerlo decidió cerrar la cuenta de Twitter de Joaquín porque las agresiones cada vez eran más frecuentes e hirientes. Comentarios como «pastelero discapacitado o que su brazo no es lo único deformado», fueron algunos que recibía el niño a diario, sin embargo, luego de pensarlo mucho, tanto el niño como su madre decidieron omitir todo lo negativo y seguir firmes con el proyecto.
Si bien no es experto en repostería o en pasteles, Joaquín es muy tenaz y maduro para su edad, el video rápidamente recibió muchas muestras de apoyo y cariño, le aplaudieron su decisión de continuar, además de que a diario recibe varios pedidos de pasteles.
Al final de su publicación, Nahuel aconsejó a todos los niños que están pasando por una situación parecida y les dio palabras de aliento para que sigan luchando por sus sueños.
«Si yo soy fuerte ustedes también lo son y una discapacidad no nos hace menos ni más. Le quiero agradecer a toda la gente que me sigue y me apoya, les mando un fuerte abrazo a todos».
¡No olvides compartir este tipo de historias y apoyar a niños tan valientes como Joaquín!
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