Trabaja limpiando alcantarillas para que sus hijas puedan estudiar

Como padres siempre esperamos ser un motivo de alegría para nuestros hijos, que se sientan grandes al momento de decir que somos sus papás, se nos llena el alma y el corazón cuando nos presentan con orgullo ante sus amigos y compañeros.

Nosotros como padres estamos dispuestos siempre a dar hasta lo que no tenemos con tal ver a nuestros hijos felices y sobre todo verlos cumplir sus sueños.

Es por eso que esta historia tocara lo más profundo de tu ser por el nivel de lucha que lleva impresa.

Este humilde padre, llamado Isdris, trabaja como limpiador de alcantarillas y tiene a su cargo a tres hermosas hijas, a quienes cuida y protege con recelo.

“Ellas son las perlas que conservo y atesoro en mi corazón”.

Día tras día este humilde padre se sumergía en las olorosas alcantarillas para recibir su paga y poder comprarle alimento, vestimenta y pagar los estudios de sus tesoros.

Cada día antes de llegar a casa se duchaba en un baño público para no llegar a su casa apestoso.

“Toda mi vida sufrí de burlas y malos tratos por ser una persona humilde y de muy bajos recursos. Por eso sabía perfectamente que no quería que mis hijas pasarán por esa experiencia”.

«Las personas llegan a ser muy crueles, con sus palabras logran crear en ti inseguridades, en mi caso lo que lograron fue hacerme entender y saber que era lo que yo no quería que mis hijas tuviesen que pasar».

Sin embargo a pesar de todos sus esfuerzos justo el ultimo día del plazo para pagar la colegiatura de una de sus hijas no pudo trabajar. «Supe en ese instante que mi hija no podría asistir mas a clases, me sentí el hombre mas miserable».

Lo que Isdris no sabia era que Dios obra de la manera en que tu menos lo esperas y al finalizar la tarde todos sus compañeros se acercaron a el y le ofrecieron todo el dinero que lograron recolectar ese día.

«Te hemos visto luchar día tras día por tus hijas, acepta nuestra ayuda y permite que nuestra hija termine sus estudios».

Este padre no tenia palabras para agradecer el hermoso gesto desinteresado de todos sus compañeros y ese fue el primer día que decidió pisar su casa y mostrarle a sus hijas cual era su labor, el cual no era menos que cualquier otro trabajo.

Al pasar los meses las tres hijas pudieron culminar con sus estudios y darle un giro a sus vidas y sobre todo a la de su padre, quien con tanto esfuerzo y amor las saco adelante.

Todas las mañanas su hija menor les llevaba comida a los compañeros de su padre. «Ustedes hicieron que yo llegara a este punto en donde estoy hoy en día, a todos ustedes les debo parte de mi triunfo, así que esto es lo menos que yo puedo hacer por ustedes cada día».

No olvides compartir esta publicación y déjanos tu comentario sobre este padre que dio todo por sus hijas para que pudiesen llegar lejos en la vida.

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