“Era una forma de apoyarlo en ese momento y demostrarle que estaba bien pintarse las uñas, que no pasaba nada”.
Conforme pasan los años, va tomando relevancia una de las problemáticas más recurrentes y graves dentro de las escuelas. Se trata del acoso escolar o Bullying, una situación a pesar de que siempre ha existido, hasta la actualidad se le da la importancia que merece. La intimidación entre compañeros genera situaciones de angustia y puede causar severos casos de depresión. Tanto los padres como autoridades educativas han tratado de frenarlo de distintas maneras.
Sin embargo, en muchas ocasiones las estrategias planeadas para estos problemas no funcionan. Incluso, puede que lleguen a agravarla, generando casos de maltrato físico y psicológico entre compañeros.
Recientemente se dio a conocer la historia de Thiago Moreira, un padre que por medio de su perfil en instagram Thiago Pai de 4 comparte sus aventuras como padre de su hijo adoptivo Arthur.
Si bien se trata de un canal alegre y familiar, su reciente publicación evidenció que no todo es color de rosa. En esta evidencia un hecho que le ocurrió a su pequeño: Fue víctima de acoso y violencia por parte de un compañero de la escuela.
“Un día mi hijo llegó a casa de la escuela con las uñas pintadas. Había sido intimidado por un amigo. Dijo que que su amigo le gritó que parecía una niña”, contó angustiado el padre.
Thiago, antes de hablar con las autoridades de la escuela o con el padre del niño, decidió apoyar a su hijo. El hombre se pintó las uñas para ir a juego con Arthur: “Iba a la escuela y me pintaba las uñas. Iba a trabajar con las uñas pintadas”, contó.
La nueva costumbre de Thiago levantó incertidumbre entre la gente, la cual le preguntaba cada cierto tiempo sobre sus uñas.
“Les decía que a mi hijo lo habían acosado en la escuela y que era una forma de apoyarlo en ese momento y demostrarle que estaba bien pintarse las uñas, que no pasaba nada”, dijo Thiago.
Arthur sintió el apoyo de su padre y siguió pintándose las uñas sin importar lo que le dijeran en la escuela.
La relación padre e hijo se hizo más fuerte a partir de ahí. Arthur poco a poco comenzó a llamarlo “papá”, pues hasta el momento se refería a Thiago como “tío” pues no es su padre biológico. Así que Arthur dijo así ‘¿Puedo llamarlo papi?’ ‘Pregúntale’, respondió su madre, Laura, y en eso ya me caían las lágrimas“, detalló.
Hasta el momento, Arthur no ha tenido más problemas en su escuela y Thiago está decidido a hacer cualquier cosa con tal de defender a sus hijos. “Ya sea para pintarme las uñas o cualquier otra cosa que tuviera que hacer, lo haría sin problemas“, concluyó.
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